Una charla con Maradona le cambió la cabeza: la historia del defensor colombiano que quiere llevar a Deportivo Madryn a Primera
Alejandro Gutiérrez, defensor colombiano de 30 años, encontró en el fútbol argentino el lugar que en su país le negaron. Forjado entre la adversidad, el desarraigo y una lección inolvidable del Diez, hoy sueña con hacer historia y llegar a la máxima categoría del fútbol albiceleste.

Alejandro Gutiérrez es una de las figuras de Deportivo Madryn, el equipo patagónico que este sábado buscará hacer historia y lograr el ascenso a la Primera División del fútbol argentino ante Gimnasia y Esgrima de Mendoza. El defensor colombiano, que llegó al país hace más de una década en busca de una oportunidad, atravesó un camino de sacrificio y resiliencia: durmió en una pensión con siete chicos, vivió el desarraigo y recibió una lección inolvidable de Diego Maradona que le cambió la forma de ver el fútbol... y la vida.
Mirá también
El extraño caso de Nazareno Solís: de su marca insólita en Boca a jugar la final por el ascenso a Primera
Nació en Medellín, en un hogar humilde marcado por la pérdida temprana de su padre y la lucha inquebrantable de su madre, quien se las ingenió para criar sola a cuatro hijos. Desde chico, el fútbol fue su refugio, primero en las canchas de arena de su barrio y más tarde en Envigado, un club reconocido por formar talentos. Pero cuando lo dejaron libre, con apenas 17 años, sintió que su sueño se desmoronaba. “En Colombia todo pasa por la técnica, y yo era más físico que habilidoso”, contó en diálogo con Olé.
Sin oportunidades en su país, un representante argentino le tendió la mano. En 2013 llegó a Buenos Aires y comenzó otra etapa, mucho más dura. Vivió en una pensión con 40 chicos y compartía habitación con siete de ellos. “Lloraba todos los días, pero me aferré a la enseñanza de mi mamá: nunca rendirse”, recordó. Entre sacrificios, Gutiérrez construyó una carrera sólida en el Ascenso, pasando por Quilmes, Riestra, Excursionistas, Gimnasia de Mendoza y Acassuso.
En su paso por Deportivo Riestra, la vida le regaló un encuentro con Maradona que lo marcó para siempre. “Pasamos cuatro horas tomando mate, como si nos conociéramos de toda la vida”, contó. Diego lo bautizó “Luismi” por su parecido con Luis Miguel y, entre bromas, le dejó una enseñanza que no olvida: “Pensé que iba a hablar de cómo atacar, pero nos dio una charla sobre cómo defender. Me quedó grabado que un jugador tan ofensivo entendiera tanto el otro lado del juego”.

A sus 30 años, el defensor colombiano atraviesa uno de los momentos más importantes de su carrera en Deportivo Madryn, el equipo que busca convertirse en el primero de la Patagonia en llegar a la máxima categoría. “Es un club que se preparó para dar este salto: infraestructura, trabajo, exigencia. Acá nada es casualidad”, afirmó, para luego destacar la influencia de su entrenador, Leandro Gracián, y el compromiso del plantel. “Entrenamos a un nivel altísimo, y eso nos pone a la altura de cualquier equipo de Primera Nacional. Puerto Madryn tiene todo para ser parte de la élite del fútbol argentino”.
De aquel joven que dormía en una pieza con siete compañeros al profesional que hoy lidera desde el fondo, el camino fue largo y cuesta arriba. Pero si algo aprendió Alejandro Gutiérrez es que las oportunidades no siempre llegan donde uno nace, sino donde uno insiste. Y su insistencia, hoy, tiene una meta clara: ascender con Deportivo Madryn y devolverle a la vida todo lo que le dio el fútbol.

Mirá también
El gesto desconocido de Miguel Ángel Russo con la familia de Matías Reali en San Lorenzo
Mirá también
La noche que Russo se fue a dormir como DT de la Selección Argentina, pero un llamado cambió la historia

No te pierdas nada