Se revolcaba en el barro, un video le cambió la vida y es una de las figuras de la Sub-20: la historia de Santino Barbi
El arquero del equipo de Diego Placente batió un récord con la Selección Argentina y sueña con levantar el trofeo este domingo ante Marruecos en la final.

Un repiqueteo hacia la izquierda, un vuelo y la pelota dormida en sus manos. Un repiqueteo hacia la derecha, otro vuelo y un manotazo que, con la firmeza de una pared, desvía la trayectoria del balón. La escena la protagoniza un flaco alto, vestido de arquero, en una cancha que tiene un arco sin redes a unos metros, está delimitada por un alambre de campo y, más atrás, el paisaje se completa con una casona blanca. La filmación es casera y ese video le cambiará la vida al protagonista, Santino Barbi, porque será su carta de presentación para ser fichado por Talleres de Córdoba.
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Para entender su presente hay que remontarse a 2020. En plena pandemia de coronavirus, los encargados de la captación de juveniles de la T tuvieron que modificar sus métodos: como no podían realizar pruebas presenciales, recibían videos para evaluar a los juveniles que pretendían sumarse al club. Así fue como llegó Barbi, quien se había marchado de Atlético de Rafaela, donde jugaba desde 2019, porque cerró la pensión y sus padres consideraron que todavía era muy chico para vivir solo en un departamento.
Nacido en 2005 en El Tío, un pueblo de poco más de 2 mil habitantes ubicado en el departamento de San Justo, en Córdoba, el arquero de la Selección Argentina sub-20, que buscará un título en el Mundial de Chile ante Marruecos este domingo, empezó a destacarse bajo los tres palos cuando era chico. Con un porte de 1,90 metros, el juvenil se adueñó del arco del equipo de Diego Placente y batió un récord: ostenta la mejor marca de imbatibilidad con la celeste y blanca en mundiales de la categoría con 382 minutos (superó por 43 a Esteban Andrada), que podrían extenderse hoy mismo.
“Después de que la gente de scouting lo viera, vino a probarse unos días. En ese momento yo ya estaba con el plantel de Primera y fui a verlo igual. Enseguida nos dimos cuenta que era un arquero con muchas ganas de aprender y que nos podía dar muchas cosas. Se sumó en 2021, con edad de Séptima”, explica en diálogo con zeapp.site Gustavo Irusta, quien es el entrenador de arqueros del cuerpo técnico de Carlos Tevez y trabaja a diario con el cordobés porque desde 2023, época en la que Javier Gandolfi era el DT, forma parte del plantel profesional de la T, más allá de que es titular en la Reserva.
El camino de Barbi en el fútbol comenzó mucho antes de haber llegado a Talleres, porque se inició en El Trébol cuando tenía 10 años. Luego, su formación continuó por las escuelitas Futuros Ídolos y Proyecto Crecer, hasta que desembarcó en Atlético de Rafaela, cuna de arqueros: de ahí surgieron Ezequiel Medrán, Axel Werner, Marcelo Barovero, Ramiro Macagno, Guillermo Sara y Matías Tagliamonte, por citar algunos.
Antes de arribar a Talleres, el propio protagonista reconoció que si no se le daba en el fútbol nuevamente, iba a tener que estudiar y hasta imaginó algo relacionado a la Economía durante una nota con La Nación. Sin embargo, su camino en el elenco cordobés le permitió aspirar a una carrera como profesional y hasta ser parte de las selecciones juveniles, porque fue subcampeón del torneo L’Alcudia 2024 y para este Mundial les ganó el puesto a Álvaro Busso, de Vélez, y al “europibe” de Valencia, Alain Gómez.
Tal como había advertido Lev Yashin, único arquero en la historia en ganar el Balón de Oro, quien dijo que "los goles sufridos acechan siempre", Barbi arrancó el Mundial acechado por los cuestionamientos porque cometió un error en el debut: iban 68 minutos del partido ante Australia, cuando salió fuera del área a cortar un pelotazo largo, pero le pifió al rechazo y le dejó servido el gol a Daniel Bennie, que la empujó con el arco libre. La reacción del cordobés fue llevarse las manos a la cabeza y lamentar su falla, pero sabía que podía redimirse. “Lo dije varias veces, en mi puesto se condena mucho por el error, se trabaja y se entrena”, contó luego del pase a la final. Desde aquel partido por la fase de grupos, no volvió a recibir goles y fue clave en la semifinal frente a Colombia.
El blooper de Barbi y gol de Daniel Bennie para Australia ante la Selección Argentina (2-1)

Su rendimiento no sorprende en Córdoba porque saben que es el arquero del futuro. “Es un chico de pueblo, con valores y una familia que lo apoya”, lo destaca el Mono Irusta y continúa: “Estamos muy orgullosos de todo lo que ha crecido como profesional y como persona. Acá está aprendiendo desde que llegó de Guido (Herrera), en su momento de Alan Aguerre y hoy también de Javier Burrai”.
No solo sobresale por su altura, su rapidez, voz de mando y brazos largos, Barbi también lo hace en las redes porque tras el partido contra Colombia, mismo rival contra el que emergió la figura del Dibu Martínez, se viralizó un video suyo entrenando en El Tío. Antes de brillar en los campos de juego de Chile con la camiseta celeste y blanca, el arquero conoció el barro porque sobre esa superficie era su entrenamiento en el pueblo donde nació. De ahí surgió y ahí comenzó a escribir su historia, que recién está en la precuela.
Santino Barbi entrenando en el barro

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