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A 59 años del Escándalo de Wembley: el día que Rattín fue expulsado por mirar mal al árbitro

La Selección Argentina quedó eliminada del Mundial de Inglaterra 1966 contra el local en un partido que estuvo marcado por los errores arbitrales.

1966 Argentina Inglaterra

El Mundial de Inglaterra 1966 es recordado por ser uno de los más polémicos de la historia. Arreglos con árbitros, designaciones a dedo y una orden directa para todo el entorno que rodeó aquel prestigioso evento: darle la Copa del Mundo a la Reina Isabel II. Todo eso, más tarde se resumiría con el titulado "Robo para la Corona", y la Selección Argentina lo vivió en carne propia en el duelo de cuartos de final ante el local.

El 23 de julio de 1966, 59 años atrás, Argentina disputó los cuartos del final del Mundial donde se enfrentó en Wembley ante Inglaterra, pero su adversario no fue únicamente un equipo de fútbol parado en el terreno de juego. Es que la Albiceleste tuvo que luchar también contra una organización entera que estaba confabulada y preparada en torno al objetivo de que el trofeo se quedara en casa.

La mano negra de esa Copa del Mundo en la que solamente participaron 16 combinados se vio de principio a fin. Mientras algunos candidatos como Brasil, Uruguay, Argentina, Portugal o Italia disputaban sus partidos con alta frecuencia, la Inglaterra de Bobby Charlton lo hacía cada cinco o seis días, con tal de que el descanso primara sobre el cansancio, todo por decisión de la federación inglesa.

La misma institución, previo a los encuentros de los ocho mejores del certamen, había convocado a los delegados de cada selección para participar del sorteo de los árbitros para esa etapa, pero dio la casualidad que, a pesar de llegar puntuales al horario del evento, el mismo ya había sido realizado. Luego de ese hecho extremadamente sospechoso, llegó el día en que Argentina e Inglaterra iban a dirimir el pase a la semifinal, que por órdenes de arriba debía ser una victoria local obligada.

1966 Argentina Inglaterra

La polémica inició ya desde el primer tiempo, cuando a los 36 minutos, el capitán Antonio Rattín fue expulsado por el colegiado alemán Rudolf Kreitlein. Si bien la intención del argentino era dialogar con el árbitro para enfriar el juego, no tenía conocimientos de inglés ni alemán, mientras que la autoridad no entendía nada de español. La comunicación era imposible y hasta se "malinterpretó" a tal punto de determinar su expulsión. "Me miró con mala intención, por eso me di cuenta que me había insultado", justificó luego Kreitlein.

Rattín, quien no vio la amarilla ni la roja porque en ese momento no se utilizaban las tarjetas, se quedó diez minutos dentro del campo esperando el ingreso de un traductor, que finalmente nunca llegó. "Después de que me expulsaron, me senté en la alfombra roja que le pusieron a la Reina. Iba a los vestuarios y me empezaron a tirar chocolatines. Cuando estaba por llegar al banderín del córner, agarré una bandera inglesa que flameaba en el palito. La retorcí toda y la mostré. Entonces, en vez de chocolatines me tiraron latas de cerveza", relató el exfutbolista ante la actitud de los 70.000 espectadores locales, que mientras tanto entonaban "¡Animals, animals!".

Con uno menos en cancha, Argentina coqueteó de buena manera con la ley del offside, hasta que a los 77’ apareció Geoff Hurst para poner el 1-0, en lo que fue el único tanto del encuentro. Al día siguiente, el Comité Disciplinario de la FIFA fijó duras sanciones para Rattín (suspendido por cuatro partidos internacionales con la selección) y hasta se propuso la exclusión de la Selección del Mundial del '70 por su "conducta antideportiva", pero afortunadamente nada de eso sucedió.

El camino terminó para la albiceleste conducida por el Toto Lorenzo, pero continuó hasta el título de los ingleses, que pudieron levantar su primera y única Copa del Mundo. La final tampoco pudo evitar quedar manchada con "el gol que nunca fue", tal como lo definió Diego Maradona años después.

La entrega del trofeo más importante fue por parte de Isabel II al capitán y emblema del combinado de La Rosa, Bobby Charlton. El Mundial 1966 fue el ejemplo más nítido de lo que significa utilizar el poder para beneficio propio.

1966 Argentina Inglaterra

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