Victor Legrotaglie, el ídolo de Gimnasia de Mendoza que le dijo “no” al Real Madrid y comparaban con Maradona
Al astro mendocino del club recientemente ascendido a Primera, que falleció en marzo de 2024 a los 86 años, lo buscaron Boca, River, Inter de Milán y hasta el Merengue, pero él los rechazó a todos. El amor por los colores fue más fuerte y se quedó en el Lobo para convertirse en leyenda. Los tiros libres, los caños y los goles olímpicos eran sus especialidades.
Bajo la lluvia, en una final histórica y a más de 1000 kilómetros de la provincia cuyana, Gimnasia de Mendoza derrotó por penales a Deportivo Madryn y volverá a jugar en la Primera División, luego de 41 años de ausencia. El Lobo hará de local en el Víctor Antonio Legrotaglie, con capacidad para 14.000. Justamente, el nombre de su estadio hace honor a una leyenda del fútbol argentino.
Víctor Antonio Legrotaglie, nació en 1937 en Las Heras, Mendoza. Es considerado la mayor figura del fútbol mendocino y a nivel internacional es reconocido por ser uno de los máximos goleadores de tiro libre en la historia del fútbol con 66 goles, solo superado por Messi (69), Pelé (70) y Juninho Pernambucano (77).
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Con tan solo 16 años, debutó en Gimnasia de Mendoza y, rápidamente, demostró toda su calidad y jerarquía. Integró una recordada formación a la que llamaban Los Compadres, que contaba con el Bolita Sosa, el Polaco Torres y el Cachorro Aceituno como bastiones. Legrotaglie era el director de orquesta de esa escuadra que, según cuentan, no tenía nada que envidiarle al Barcelona de Pep Guardiola.
Además de su facilidad para los tiros libres, los caños y los goles olímpicos también formaban parte de su repertorio. De hecho, ostenta el récord de 12 anotaciones desde un tiro de esquina, marca que en Gimnasia buscan homologar oficialmente a través de la FIFA.
Su talento futbolístico era tal, que un tiempo después, había quienes lo comparaban ni más ni menos que con Diego Armando Maradona. Pero él tenía claro quiénes eran los mejores: “Pelé es un jugador al que no se lo puede comparar con nadie. Es preferible decir que fue un genio y no compararlo con Maradona y Messi. Son todos iguales”. De hecho, Legrotaglie tuvo el privilegio de enfrentar a O Rei en un encuentro amistoso entre Godoy Cruz (fue cedido para solo para aquella ocasión especial) y el Santos en Mendoza.
En su primer ciclo, jugó durante seis temporadas en el cuadro mendocino, las cuales le alcanzaron para convertirse en un ídolo absoluto de la institución. Aunque también pasó por Chacarita, Argentino de Mendoza, Juventud Alianza, Independiente Rivadavia y Américo Tesorieri de la Rioja (equipo en el que se retiró), su corazón siempre estuvo pintado de blanco y negro.
En una de sus tantas vueltas al club, encabezó al equipo que se consagró campeón del torneo Regional 1972 y que logró el tan ansiado ascenso a Primera. Pero era tal su amor por los colores, que luego de colgar los botines continuó ligado a la institución, ya que fue director técnico del primer equipo en varias ocasiones.
Justamente, además de sus atributos dentro de la cancha, otra de sus virtudes fue su fidelidad para con Gimnasia. "Yo nunca me quise ir de acá, ganaba mucha guita y tenía todo, incluso a mi novia de los 11 años. No podía despegarme. De Gimnasia no me iba ni aunque me ofrecieran lo que quisiera”, declaró Legrotaglie para dejarlo en claro.
Lo cierto es que lo buscaron de todas partes. Boca, River, Inter de Milán, el Cosmos de Pelé y Beckenbauer y hasta el Real Madrid. El 26 de octubre de 1957, el ya extinto Diario La Libertad aseguró que Legrotaglie había despertado el interés del conjunto español. Vale la pena recordar, que aquel equipo Merengue era el bicampeón de Europa y tenía al argentino Alfredo Di Stéfano como figura estelar.
Ahora bien, ¿cómo el club más grande del mundo posó sus ojos en un futbolista del interior del país en una época sin redes sociales?. En octubre de 1957, Gimnasia disputó un cuadrangular amistoso en su estadio ante Racing, Newell’s y Juventud Alianza de San Juan.
El encuentro inicial entre el Lobo y la Academia, contó con la presencia de Gonzalo Puente Ojea, quien era el cónsul español en Mendoza en aquel entonces. La actuación de Legrotaglie, que fue la figura de aquel torneo, lo impresionó tanto que no dudó en recomendarlo a la Casa Blanca.
En un fútbol en el que no existía la figura del representante, las negociaciones se realiazaban entre clubes o directamente con el jugador. Según contó el entonces presidente de Gimnasia, Bernardo Schraiber, los dirigentes fueron entrevistados por el cónsul español, que manifestó actuar en nombre del Real de Madrid, y pidió condiciones por el jugador.
No solo eso, sino que el propio Legrotaglie recuerda que el cónsul lo buscó a él para ofrecerle dinero y un reloj de oro como "adelanto" de lo que recibiría en el Madrid. "Usted es jugador del Real de Madrid", le habría dicho el cónsul sin esperar la negativa que llegaría por parte del futbolista mendocino de tan solo 20 años.
Si podría haber llegado a tirar paredes y a conquistar Europa junto a Di Stefano, será una interrogante que perdurará por siempre. Lo cierto es que condiciones no le faltaban y la oferta existió. Pero, ante las tentaciones económicas del Viejo Continente, Legrotaglie priorizó a su familia, su felicidad y permanecer en su lugar en el mundo.
Leal y habilidoso hasta sus últimos días, falleció el 30 de marzo del año pasado, a causa de una neumonía, aunque, previamente, también le habían diagnosticado Alzheimer. Un tiempo después, su querido Gimnasia logró cumplir uno de sus sueños, el regreso a la Primera División. No hay dudas de que, desde el cielo, Victor estará alentando.
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