Tiene un solo brazo, sufrió depresión y es la sensación de la UFC
Marney Maxx se hizo viral en Shooto Brazil 127, en diciembre de 2024: se impuso de forma espectacular y se convirtió en símbolo de resiliencia por su historia de vida y superación.
En diciembre de 2024, durante el evento Shooto Brazil 127 en Río de Janeiro, Marney Maxx se robó todas las miradas al noquear en el primer asalto a Esteferson da Silva con una patada alta fulminante. Más allá del impacto deportivo, lo que convirtió la escena en viral fue su condición física: compite con una sola mano debido a una amputación congénita.
La definición fue tan contundente como inesperada. Maxx, que pelea en la categoría de hasta 74,8 kilos, soltó una combinación letal culminada con una patada a la cabeza, desatando la euforia en el estadio y en las redes. Fue su cuarto nocaut como profesional y una muestra más de su estilo explosivo y su habilidad técnica, pulida en disciplinas como Kung Fu, Muay Thai y jiu-jitsu.
Apodado el Nick Newell brasileño en referencia al peleador estadounidense que también compitió con una discapacidad, Maxx representa un símbolo de inspiración. Desde su debut en 2016, combina talento con una historia marcada por el sacrificio. Vende golosinas en la calle para financiar sus entrenamientos y, en diálogo con MMAFighting, contó: “Es una mierda vender golosinas e intentar hacer realidad mi sueño, pero aún así volver a casa cansado y sin dinero. Es muy cansador…”.
El nocaut de Marney Maxx
Maxx, de 24 años, no oculta los momentos difíciles que atravesó. Sufrió crisis de ansiedad y cuadros depresivos, pero encontró en las artes marciales un canal de contención y crecimiento. “La gente no creía en mí y usé eso como combustible para ir allí y ganar… Cuando pienso en rendirme, Dios me da fuerzas para continuar”, relató.
Su historia también deja ver cómo transformó el rechazo en aceptación. Recordó con crudeza cómo solía esconder su discapacidad en redes: “Cuando quedaba con una chica en los tiempos de Orkut, sólo le decía que era discapacitado poco antes. Antes me maldecían, pero hoy hago la ola, restriego mi bracito en la cara de la gente…”.
Hoy, su figura trasciende lo deportivo. Su carácter, carisma y perseverancia lo han convertido en un referente de lucha personal. En cada aparición, demuestra que los límites muchas veces están en la cabeza. “Sigo diciéndome que soy una persona fuerte y que nadie puede derrotarme. Solo Dios puede, y sé que no quiere hacerlo”, cerró.
No te pierdas nada
Recibí las últimas noticias de Artes Marciales ¡y más!
Te puede interesar
