Qué significa “dura lex, sed lex", la histórica frase del latín que sigue vigente
El aforismo latino “dura lex, sed lex” enfatiza que la ley debe cumplirse incluso cuando resulta dura o impopular.

La expresión latina “dura lex, sed lex” literalmente significa “la ley es dura, pero es ley” y funciona como un principio básico del Derecho: lo que está establecido como norma debe respetarse pese a su severidad. Este aforismo sostiene que la autoridad de la ley prevalece sobre los sentires individuales, ya que el sistema jurídico requiere normas claras y aplicables de modo igualitario.
¿De dónde viene esta máxima y cómo funciona?
- El origen de “dura lex, sed lex” se remonta al Derecho romano, en momentos en que las normas empezaron a recopilarse por escrito.
- Antes, la ley oral estaba sometida al criterio subjetivo de jueces poderosos, lo que permitía arbitrariedades.
- Con la codificación jurídica, la frase empezó a usarse para recordar que, aunque una ley sea estricta, su cumplimiento es obligatorio para todos.
Sus rasgos más relevantes son:
- Generalidad: la norma se aplica a todos los ciudadanos sin distinción.
- Impersonalidad: no está hecha para un caso particular, sino que marca un comportamiento general.
- Obligatoriedad: incluso quien discrepa, debe acatarla.
Relevancia hoy: ¿cuándo aplica?
Este aforismo no justifica leyes injustas, pero sirve como recordatorio de que dentro de un Estado de Derecho ningún ciudadano puede elegir cuándo obedecer y cuándo no.
En debates actuales (por ejemplo, sobre sanciones, regulaciones estrictas o límites del poder), “dura lex, sed lex” aparece como advertencia: incluso las legislaciones rigidas pierden peso si no se respetan consistentemente.
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