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De limpiar autos a brillar con Messi: la cruda infancia que hizo fuerte a Luis Suárez

El uruguayo abrió su corazón en una entrevista desde Miami, donde habló de sus carencias de chico, de cómo se hizo fuerte ante las críticas y del vínculo inquebrantable que mantiene con Lionel Messi.

Luis Suárez
Luis Suárez
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Luis Suárez nunca necesitó disfrazar su historia. Sus cicatrices siempre estuvieron a la vista y, en cada paso de su carrera, explican por qué se convirtió en uno de los delanteros más competitivos de su generación. En una charla íntima con el diario Sport, desde Miami, el uruguayo repasó su infancia marcada por la pobreza, el trato con las críticas a lo largo de su trayectoria y, sobre todo, la relación especial que lo une a Lionel Messi, hoy compañero en Inter Miami.

Suárez creció en Salto en un contexto familiar duro: seis hermanos, padres separados y una economía que apenas alcanzaba. “Mi madre trabajaba sola en los lavabos de un centro comercial y yo iba a buscar el dinero que hacía para que pudiéramos comer”, recordó. Desde muy chico, entre los nueve y diez años, se las rebuscaba con lo que podía: hacía las compras, limpiaba autos y recolectaba tarjetas telefónicas usadas para revender. Ese origen, según él mismo, moldeó su espíritu: “Cada minuto para mí es la vida. Es una lucha constante y por eso no me gusta regalar tiempo ni relajarme”.

Esa resiliencia lo acompañó en cada club donde jugó: Nacional, Groningen, Ajax, Liverpool, Barcelona y Atlético de Madrid. Con fama de competitivo y temperamental, el Pistolero reconoció que convivió siempre con la crítica, pero aseguró que jamás lo derribó: “Lo que más vende es criticar. Yo siempre intenté mostrar fortaleza. Eso me hizo fuerte siempre”.

Luis Suárez en Groningen
Luis Suárez en Groningen

Esa fortaleza fue clave en su etapa en el Barcelona, donde llegó en 2014 y coincidió seis temporadas con Lionel Messi. Allí, juntos, conquistaron todo: Champions League, Ligas, Copas del Rey y récords ofensivos que marcaron una época. Pero más allá de los títulos, Suárez destacó la complicidad que construyeron. “Cada uno reconoce cuando el otro está de buen o mal humor. Sabemos cuándo se habla y cuándo no. Nos conocemos bien”, explicó.

El vínculo trascendió la cancha y hoy, en Miami, se volvió a unir. Con Sergio Busquets y Jordi Alba como parte del núcleo que completó el reencuentro del Barça, Suárez y Messi viven lo que alguna vez hablaron en el Camp Nou: terminar sus carreras juntos, disfrutando sin la presión europea. “Es una linda etapa. A veces nos miramos y pensamos que estamos cumpliendo lo que habíamos hablado”, dijo el uruguayo.

También destacó algo que ve en Messi desde hace una década y que, según él, no cambió nada: la obsesión por ganar. “Sigue teniendo la misma ambición. Si el equipo gana pero él quería que marcara otro jugador, se enoja. Y lo ves presionar con la edad que tiene… Eso es un mensaje para los jóvenes: si él corre, todos tienen que correr”.

Luis Suárez y Lionel Messi en Inter Miami
Luis Suárez y Lionel Messi en Inter Miami

La sociedad Messi–Suárez también fue un fenómeno deportivo. El uruguayo se convirtió en el tercer máximo goleador de la historia del Barcelona y la MSN —Messi, Suárez y Neymar— quedó para siempre en la memoria del fútbol mundial. Hoy, en un escenario completamente distinto, el uruguayo disfruta del tramo final de su carrera al lado de su amigo. Entre sacrificios, gloria y lealtad, la historia entre ambos sigue escribiéndose lejos de Europa, pero con la misma esencia de siempre.

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