Pichardo, Lyles, Femke Bol y Melissa Jefferson encienden Tokio
Pichardo, Lyles, Femke Bol y Melissa Jefferson encienden Tokio

Tokio, 19 sep (EFE).- La séptima jornada de los Mundiales de atletismo de Tokio deparó una competición vibrante con un triple salto de oro del portugués Pedro Pichardo, la tremenda superioridad de la neerlandesa Femke Bol en los 400 vallas y la velocidad de los estadounidenses Noah Lyles y Melissa Jefferson-Wooden en los 200.
Melissa Jefferson-Wooden, de 24 años, difícilmente olvidará las emociones que está viviendo en Tokio y, por extensión, este 2025, ya que antes de llegar a Japón había celebrado tres victorias en pruebas de la Liga Diamante y los títulos nacionales de 100 y 200 metros de Estados Unidos.
Cuatro días después de ganar los 100, la atleta de Georgetown, en Carolina del Sur, también se llevó los 200 con un tiempo de 21.68 y se convirtió en la primera mujer en ganar el doblete desde la gran Shelly-Ann Fraser-Pryce en Moscú 2013.
El estadounidense Noah Lyles se reivindicó en los 200 metros lisos como el gran dominador de la distancia con su cuarto oro mundial consecutivo, igualando a Usain Bolt, y, en su particular duelo con el botsuano Letsile Tebogo, campeón olímpico, se coló su compatriota Kenneth Bednarek, plata, y el jamaicano Bryan Levell, bronce.
Cinco días después del sinsabor que le dejó el bronce en los 100 metros, el atleta de Florida se recompuso para sacar su mejor versión sobre la pista, donde no dejó margen de sorpresa a sus rivales y firmó una marca de 19.52, seis centésimas menos que la de Bednarek, segundo con 19.58. Tercero fue Levell (19.64) con marca personal.
El gran perdedor, sin duda, fue Tebogo, que de momento, a la espera de los relevos, tiene su cuenta de medallas a cero en Tokio tras ser descalificado en la final de los 100 y concluir cuarto los 200 (19.65) a solo una centésima del bronce.
Bol, reina de los 400 vallas
Los 400 vallas femeninos tuvieron una gran protagonista, Femke Bol, que revalidó su título de campeona del mundo con una actuación sensacional. Dominó la carrera desde el inicio y ganó con su habitual superioridad y un crono de 51.54, mejor marca mundial de la temporada.
Por detrás la estadounidense Jasmine Jones (52.08, marca personal) y la eslovaca Emma Zapletalova (53.00), que hizo récord nacional.
"Esta es mi segunda medalla de oro consecutiva, lo que me enorgullece mucho. Significa mucho para mí. Los últimos 100 metros fueron los mejores que he tenido en toda la temporada, eso es lo especial", dijo Bol.
En la categoría masculina, el estadounidense Rai Benjamin (46.52) se alzó con el oro, aunque con suspense. Estuvo descalificado hasta que los jueces comprobaron que la valla que tiró durante la carrera no afectó al nigeriano Ezekiel Nathaniel, que firmó 47.11, récord nacional, y fue cuarto.
El brasileño Alison Dos Santos, que aspiraba a luchar por el oro y así recuperar el mismo metal que ganó en Eugene 2022, se tuvo que conformar con la plata tras llegar a meta en 46.84.
El triple campeón del mundo en Londres 2017, Doha 2019 y Budapest 2023, el noruego Karsten Warlhom, quedó quinto con 47.58.
Pichardo vuela en el foso
Tres años después de su triunfo en Eugene (Estados Unidos), el portugués Pedro Pichardo volvió a proclamarse campeón del mundo del triple con un salto de 17,91 metros en su último intento, dónde celebró el triunfo con la reivindicación de "¿Quién es el mejor?", quizá en alusión al español, también de origen cubano como él, Jordan Díaz, con el que mantiene una dura rivalidad.
En Tokio, Pichardo, que fue liderando todo el concurso hasta el quinto salto con 17,55 metros, vio desde el banco como el italiano Andrea Dallavalle, en su sexto intento, alcanzaba los 17,64. Eso solo le dejó una alternativa, la de arriesgar en busca de un mejor salto para conseguir el oro.
El portugués, de 32 años, lejos de ponerse nervioso, saltó hasta los 17,91 metros para ganar el oro. Tras comprobar su marca, se fue a la televisión y repitió en varias ocasiones: "¿Who is the best?, ¿who is the best?".
La medalla de bronce fue para el cubano Lázaro Martínez, que saltó 17,49 y pondrá el bronce en su vitrina junto al oro mundial de pista cubierta en Belgrado 2022.
Ingebrigtsen vuelve
El noruego Jakob Ingebrigtsen, que defiende en Tokio la corona mundial de los 5.000 metros, accedió con suspense a la final tras concluir octavo su serie y respiró aliviado tras el duro revés que supuso quedarse fuera de las semifinales de los 1.500 metros, lastrado por los seis meses que ha permanecido sin competir debido a una lesión.
Ingebrigtsen fue de menos a más durante la carrera aunque no se le notó la agresividad y el atrevimiento de otras veces. Fue siempre a rebufo del grupo principal y, en la última recta, tuvo que hacer un esfuerzo para entrar octavo, el último puesto que daba un billete directo a la final. Su tiempo, 13:42.15, fue lo de menos. El objetivo ahora era otro.
Su serie estuvo liderada por el etíope Biniam Mehary (13:41.52) y el francés Jimmy Gressier (13:41.64), campeón de 1.500 en Tokio.
Jabalina, 800 y heptatlón
La jabalina femenina comenzó con la ronda de calificación que lideraron la serbia Adriana Lagos (66,06 metros) y la australiana Mackenzie Little (65,54) rumbo a una final en la que también estarán dos colombianas, Valentina Barrios y Flor Denis Ruiz.
Las semifinales de los 800 metros se resolvieron con solo dos atletas por debajo de 1:57, la keniana Lilian Odira (1:56.85) y la suiza Audrey Werro (1:56.99), y también con el pase directo de la australiana Jessica Hull y la británica Kelly Hodgkinson, aspirantes al oro.
En heptatlón, tras la disputa de las cuatro primeras pruebas (100 vallas, altura, peso y 200 metros), la líder es la británica Abigail Pawlett.
David Ramiro

No te pierdas nada