Jorge Sampaoli, el piloto de tormentas que sabe llegar a buen puerto
Jorge Sampaoli, el piloto de tormentas que sabe llegar a buen puerto

São Paulo, 19 nov (EFE).- Atlético Mineiro llega por primera vez a una final de la Copa Sudamericana de la mano de Jorge Sampaoli, el piloto de tormentas que logró en tiempo récord lo que parecía impensable: llevar a un equipo desanimado a buen puerto.
El regreso del argentino a Belo Horizonte en septiembre de 2025 no fue un aterrizaje suave, sino una intervención casi urgente para rescatar a un gigante brasileño sumido en una dinámica negativa y golpeado anímicamente.
La tarea era titánica: restaurar el orgullo, elevar el rendimiento de una plantilla talentosa pero inconsistente, y luchar por un título internacional.
Una carrera de retornos y rescates
Oriundo de la provincia de Santa Fe, el entrenador de 65 años aterrizó por primera vez en Atlético Mineiro en 2020 y su paso dejó como legado un título estatal y una gran campaña en el Brasileirao.
Se marchó en febrero de 2021, antes del final de la temporada, para aceptar una oferta del Olympique de Marsella.
A lo largo de su carrera, Sampaoli se ha hecho especialista en convertir la inestabilidad en energía competitiva.
Su fama de salvador lo ha llevado a volver a algunos equipos, como el Sevilla, al que dirigió en dos ocasiones: entre 2016 y 2017, cuando se fue a la selección argentina, y luego entre 2022 y 2023.
Sin embargo, ese segundo paso por el club andaluz en octubre de 2022 se dio en un momento de crisis profunda, con un ambiente muy tenso y con el equipo rozando el descenso en La Liga, algo que el argentino no pudo resolver, a pesar de lograr la clasificación para los cuartos de final de la UEFA Europa League.
En su política de “segundas veces”, antes de firmar con el Mineiro, coqueteó con el Santos, al que entrenó en 2019 y en el que dejó buenos recuerdos con un estilo ofensivo.
Pasiones encontradas
Sampaoli acumula tanto adeptos como detractores.
Su paso por el fútbol chileno le dejó un sinfín de aficionados. Con él, la Universidad de Chile alcanzó su único título internacional: la Copa Sudamericana en 2011 y al año siguiente llegó a las semifinales de la Copa Libertadores.
A la selección de Chile la llevó al Mundial de 2014 en Brasil. Cayó en tanda de penaltis ante el anfitrión en octavos de final.
En 2015, bajo su ala, la Roja levantó la primera Copa América, su primer título en 105 años de historia.
En Argentina, el guion fue otro. Su trayectoria en la Albiceleste estuvo marcada por un desempeño negativo y una decepción prematura.
Las altas expectativas con las que llegó tras su excepcional trayectoria por el país vecino hicieron que la afición espere una revolución futbolística que nunca llegó.
En 15 partidos, Sampaoli utilizó 15 formaciones diferentes y convocó a casi 60 jugadores, lo que dejó en evidencia una inestabilidad y la sensación de que nunca encontró un equipo.
La participación del equipo argentino en el Mundial de Rusia en 2018, al que se clasificó en la última jornada de eliminatorias, estuvo marcada por rumores de problemas en el vestuario y le dejó con la imagen de ser un entrenador sin autoridad.
La travesía acabó con una derrota ante Francia en octavos de final ante la que nada pudo hacer Lionel Messi.
Por Ailén Desirée Montes






