Nueva baja sensible, cambios obligados, experimentos y renovaciones: semana movida en Vélez de cara a Gimnasia
Se confirmó que lo de Romero es un desgarro, Mammana no llega al lunes y Guillermo confesó que probó de zaguero ¡hasta a Kevin Vázquez! Además, pidió por la continuidad de Galván y Pellegrini.

Vélez jugará el lunes contra Gimnasia en La Plata con la obligación de levantarse de la inesperada derrota con Talleres para escalar en el Torneo Clausura aunque algunas novedades lo empujan hacia cambios de planes respecto al plan del partido.
El primer inconveniente es la confirmación de la lesión muscular de Braian Romero, que ya venía arrastrando problemas físicos y no pudo salir a jugar el complemento frente a la T. "Alrededor de tres semanas estará afuera; lo tenemos a Dilan (Godoy) que es el que más está jugando, también están (Michael) Santos o (Florián) Monzón y que se están entrenando muy bien como para tener en cuenta. Decidiremos entre mañana y pasado quién es el que juega", afirmó Guillermo Barros Schelotto.
Otras bajas ya confimadas en la zaga son las de Lisandro Magallán, out hasta el año que viene mientras se recupera de la operación por la fractura en el rostro, y Emanuel Mammana, cuyo esguince de tobillo lo tiene a maltraer y lo esperan para la última fecha con River.
Así las cosas, irá de arranque el pibe Thiago Silvero junto a Aaron Quirós, pero ante la falta de relevos el Mellizo confesó que anduvo haciendo experimentos llamativos en el sector, como "Leonel Roldán, Kevin Vázquez (volantes centrales) y Tomás Cavanagh (lateral izquierdo)", en palabra del DT. ¿Lo más llamativo? La reaparición en la consideración del ex Central Córdoba, que jugó por última vez a principios de mayo contra Olimpia.
Además, en la conferencia de prensa de este jueves, el entrenador confirmó que pretende la continuidad de Tomás Galván, a préstamo con opción de River (1.6 millones de dólares) hasta diciembre y también la de Matías Pellegrini, por lo que avanza su renovación. Mientras, aguardan la última bala de Imanol Machuca para eludir la suspensión de un año de la FIFA por el escándalo con la selección de Malasia: su presentación ante el TAS.





