Por qué los pediatras recomiendan que los padres vean dibujos animados con sus hijos
Especialistas en pediatría y psicología infantil coinciden en que mirar dibujos animados junto a los hijos fortalece el vínculo emocional y favorece su desarrollo.
Ver dibujos animados con los hijos no es solo una forma de pasar tiempo juntos. Pediatras y psicólogos infantiles aseguran que esta práctica tiene efectos positivos en el desarrollo emocional y cognitivo de los chicos, además de reforzar la conexión afectiva con los adultos. En distintos estudios y consultas, los especialistas destacan que mirar juntos lo que los niños disfrutan permite entenderlos mejor y acompañar sus emociones.
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Por qué los pediatras recomiendan que los padres vean dibujos animados con sus hijos
“Cuando los padres comparten el momento de la pantalla, el dibujo deja de ser un estímulo pasivo y se transforma en un espacio de aprendizaje conjunto”, señalan especialistas. Según los profesionales, el diálogo sobre lo que ocurre en la historia ayuda a los chicos a procesar sentimientos como la frustración, el miedo o la alegría, que muchas veces no logran expresar con palabras. En ese sentido, recomiendan que los adultos hagan preguntas simples mientras miran los episodios: “¿Qué pensás que siente el personaje? ¿Qué harías vos en su lugar?”.
A nivel internacional, un estudio publicado en PubMed en 2025 reveló que los dibujos animados también ayudan a reducir el dolor y la ansiedad en entornos médicos, como durante una vacunación. Los investigadores comprobaron que los niños que miraban sus programas favoritos durante el procedimiento lloraban menos y mostraban mayor cooperación. Este hallazgo refuerza la idea de que la animación no solo entretiene, sino que tiene un potencial terapéutico cuando se utiliza de forma consciente y acompañada.
En definitiva, los especialistas coinciden en que ver dibujos animados en familia no debería verse como una pérdida de tiempo, sino como una oportunidad para conectar, enseñar y aprender. En la era del streaming, donde los chicos suelen mirar solos, los profesionales invitan a los padres a recuperar esa costumbre tan simple como poderosa: sentarse a su lado y disfrutar del mismo episodio, con la misma curiosidad de cuando ellos también eran chicos.
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