El extraño caso de Nazareno Solís: de su marca insólita en Boca al gran presente en el Ascenso
El extremo zurdo es el máximo asistidor de la Primera Nacional y una de las figuras de Deportivo Madryn. Su pase pertenece al Xeneize hace ya casi una década y lleva ¡ocho préstamos consecutivos!
Así como hoy se habla de Exequiel Changuito Zeballos como el prometedor extremo que nunca termina de explotar en Boca, tiempo atrás sucedió lo mismo con otro joven que llegó como una gran apuesta y jamás pudo consolidarse. Todo el pueblo bostero bien conoce a Nazareno Solís, pero no por lo que hizo en el club sino por todos los préstamos que tuvo.
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En tan solo un año se cumplirá una década de su presentación como refuerzo del Xeneize, que por aquel entonces era dirigido por Guillermo Barros Schelotto. Su llegada ilusionada y mucho, sobre todo por lo exhibido en Talleres de Córdoba y porque, dato no menor, confesó ser un hincha más. "Estoy cumpliendo un sueño, es un salto único en mi carrera. A muy pocos se les cumple el sueño de jugar en el club del cual uno es hincha”, soltó a mediados de 2016.
Más allá de la pasión azul y oro que le corre por las venas, que sirve como combustible cuando las piernas están por decir basta, jamás pudo explotar todo su talento en el césped de La Bombonera: disputó tan solo cuatro partidos -todos ingresando desde el banco-, no marcó goles y empezó una cadena de cesiones que todavía no se corta.
Primero en Huracán, después en San Martín de San Juan y la travesía siguió en Aldosivi, el OFI Creta de Grecia, Alvarado de Mar del Plata, Patronato, Gimnasia de Mendoza y Deportivo Madryn, su actual club y el ¡octavo préstamo consecutivo!
Lo cierto es que, si bien no tuvo demasiadas chances en Boca, Solís viene destacándose en el Ascenso, a tal punto que es el máximo asistidor de la Primera Nacional (5) y también se dio el lujo de marcar tres goles (el último un verdadero golazo días atrás en el empate 1-1 con Ferro en Caballito) para que su equipo se meta en la pelea por el Reducido y sueñe con la máxima categoría, donde él nunca pudo afianzarse.
Su contrato en el conjunto La Ribera concluye en diciembre de 2026 y coincidirá justamente con el término de su cesión en Deportivo Madryn. Falta todavía un largo tiempo pero, a sabiendas que no es considerado desde hace ya varias campañas por ningún entrenador xeneize, todo indica que el Consejo de Fútbol no le ofrecerá la renovación y se terminará un ciclo que parece nunca haber comenzado.
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