Scaloni reveló sus miedos: la Selección Argentina y el rol clave que cumple su psicólogo
En su biografía oficial, el DT campeón del mundo y bicampeón de América habló a corazón abierto, reveló sus temores por haber dejado la vara tan alta y admitió ser "cabrón en la derrota".
Miles de futboleros sueñan, aunque sea por un rato, ponerse los zapatos de Lionel Scaloni. O mucho mejor: meterse en su cabeza. Saber lo que piensa antes de una final o después de un gol de Lionel Messi. En su biografía oficial, escrita por el periodista Diego Borinsky, el técnico de la Selección Argentina profundizó sobre sus grandes miedos: reveló que tuvo una especia de ataques de pánico y que es un "cabrón en la derrota".
En uno de los pasajes del libro, que ya está a la venta en todo el país, el entrenador campeón del mundo y bicampeón de América fue consultado sobre si tuvo ataques de pánico y reveló: "Sí, tuve. Bah, no sé si llamarlos así porque el psicólogo tampoco me supo decir si eran o no. La primera pregunta que le hice a él antes de esta última Copa América fue: '¿Estos miedos que me entraron fue por haber perdido poco en todo el ciclo o por el miedo a no ganar lo que viene?'. El tipo me dijo: 'Por lo que te conozco, creo que ha sido tanto lo que se ha ganado que ahora estás acá arriba y vos ves que es hasta muy difícil empatarlo, ni siquiera superarlo'".
Desde 2021 a esta parte, Scaloni levantó cuatro títulos con el camperón albiceleste: el Mundial de Qatar 2022, las Copas Américas 2021 y 2024 y la Finalissima 2022. Dejó la vara muy alta, incluso para él mismo. Y siguió contando sus charlas de diván: “'Creo que eso influye, pero influye lo que vos le mandás a tu cerebro; si vos le metés cosas negativas a tu cerebro, va a recibir eso'. Y la verdad que eso de meterle cosas negativas es lo que me estuvo pasando en una época: “¿Y si ahora pasa esto? Ahora se va Di María, y cuando no esté Leo, y cuando no esté Ota…'”.
Tanto Lionel Messi como Nicolás Otamendi disputaron semanas atrás ante Venezuela por las Eliminatorias su último partido oficial en el país. El central, a su vez, dejó en claro que se retirará de la Selección tras la Copa del Mundo y el crack rosarino todavía no dio indicios sobre su futuro, pero sabe que ya tiene 38 años.
Ambos son los caudillos de esta Scaloneta que siempre va por más, que quebró malas rachas, salió campeona, rompió récords y sueña con el bicampeonato en Estados Unidos, México y Canadá. "Está bueno acostumbrarse a ganar, aunque después pierdas. Sos ganador, jugás para ganar siempre, ni siquiera te conformás con empatar. Eso es lindo. Ahora, yo siempre fui cabrón con la derrota, más allá de que después lo importante es cómo te levantás, como dije tantas veces. Cuando perdía, era el más enojado de todos", confesó.
Y recordó una vieja anécdota en La Coruña: "A los dos meses de llegar al Dépor perdimos un partido con Mérida, un equipo que entonces estaba en Primera, de un pueblo perdido de Extremadura. En el colectivo de regreso, mis compañeros venían riéndose como si estuviera todo bien; yo no lo podía creer. De hecho, estuvo un par de días sin dormir. Con el tiempo pensé que iba a mejorar… pero no mejoré nada".
La caída por la mínima en Guayaquil, por más que la Selección ya estuviera clasificada y el partido se haya disputado por mera formalidad, le molestó y mucho a Scaloni. Como cualquier otra que tuvo en su ciclo nacional: "Hoy me afecta igual la derrota, me afecta mucho. Después soy el primero en levantarme, eh, y eso es lo realmente importante, pero con el psicólogo estoy tratando de entender si mi problema es el miedo a perder. Porque además no está buena la sensación de 'qué pasa si pierdo mañana'. ¿Qué va a pasar? Nada, no pasa nada. Hay que levantarse y punto".
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