Un Sub 20 con estilo propio y el sello Pekerman
En los chicos de Placente se ve clara una línea que baja desde la mayor: respeto, cautela y, obvio, firmeza y buen juego. Con un mensaje para todos: cuidar y potenciar las Inferiores.

Todos sabemos que en el fütbol puede existir el éxito sin una gran estructura atrás, sin una gran preparación. Existe, hay casos. Pero el éxito, porque al final ya es exitoso Io que han hecho estos chicos en el Mundial, el éxito que sirve es el que tiene un trabajo que lo respalda y lo impulsa. El otro, en definitiva, es un éxito circunstancial.
Lo que se ve con esta estructura de juveniles a nivel Selección es que hay un laburo atrás. Hace ya un par de años que hay un armado distinto, con una línea totalmente directa entre la Selección mayor y los chicos porque Pablo Aimar es ayudante de Scaloni, pero también está junto a Diego Placente en la coordinación del Sub-20, Sub-17, sub-15. Y eso se nota. Y como Argentina tiene muchísima materia prima, los pibes salen y salen, el tema es aprovecharlos, pulirlos, trabajarlos, enseñarles. Y me parece que Io que han logrado los encargados de las juveniles argentinas es eso, es poder contenerlos.
Primero, hay una buena elección de futbolistas, y después una muy buena preparación. Por otro lado, además de la estructura, Io que se nota también es que existe una línea que baja desde la Selección Mayor hasta los chicos, una línea netamente Pekerman, digamos.
Hay, obviamente, una evolución de la idea de José, pero en su origen es su idea la que se lleva adelante. Después, Scaloni le da su impronta, y los distintos técnicos y colaboradores de su equipo aportan las suyas, pero claramente es una estructura bien del estilo Pekerman.
A mí me tocó, hace unos años, ir al predio de Ezeiza, y yo creo que coincidió con que estos chicos eran sub-15 en aquel momento. Lo que vi fue algo que era un sello de aquella impronta: pibes que terminaban el entrenamiento y cuando entraban al vestuario, saludaban a todo el mundo con mucho respeto, levantaban los elementos de trabajo, se limpiaban sus propios botines. ¿Son detalles? Bueno, esas actitudes que no son solo detalles marcan una idea bien clara de Io que se quiere, porque no solo van buenos jugadores, no solo se buscan buenos jugadores, sino esa base firme que tiene que ver con otros conceptos, y que tiene que ver con eso, con la humildad, con saber que estás representando a un país, ni más ni menos, a una selección argentina. Todos esos conceptos volvieron a los juveniles y también son parte del éxito.
La reacción de Silvetti al saludo de Messi tras su gol para la Sub 20

Y en cuanto al juego, veo un equipo bien conformado, con mucha personalidad, con una defensa y un 5 o un doble 5, -pero principalmente Delgado más los cuatro defensores- que están muy firmes. Y se sale jugando con una idea muy argentina de esta época, con prolijidad, y el ataque nace ahi, pero también es un bloque muy firme para aguantar en los momentos delicados. Hay variantes en la mitad de la cancha, con jugadores que tienen distintas caracteristicas, todos bajo el mismo ADN, pero con un diferencial que, por ejemplo, le permitió a Placente hacer cambios en el entretiempo de la semifinal y pasar de ser un equipo en el cual se jugaba en campo propio y sin la pelota, a jugar en campo rival y teniendo el control de la pelota, y a partir de ahí llegar al gol.
También aparece el desequilibrio habitual, que cada selección argentina muestra, con dos o tres jugadores que desnivelan desde su individualidad: Prestianni, Maher Carrizo, Subiabre y un nuevo goleador o dos nuevos goleadores como tiene. La verdad es que es una selección súper completa, con chicos que están muy asentados, a los que se escucha hablar en la orevia, en el post partido, y se muestran muy centrados. Eso también es una típica marca del estilo Pekerman, aquello de ser cautos, de ser respetuosos con los rivales. Tiene que ver con volver un poco a las raíces y al camino adecuado, porque eso también le muestra a todo el fütbol, a los hinchas y a todos los clubes, que hay que cuidar y potenciar las divisiones inferiores, que es nuestro gran capital.
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