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Enojo en San Lorenzo por la reprogramación del partido ante Riestra

El Ciclón prepara el duelo ante el Malevo, pero una modificación de último momento alteró los planes y generó malestar puertas adentro.

Damian Ayude
Damian Ayude: "Hay integrantes de mi cuerpo técnico que tienen otros trabajos".

San Lorenzo atraviesa días agitados, dentro y fuera de la cancha. Mientras el plantel azulgrana se enfoca en el partido ante Deportivo Riestra, un cambio inesperado en el calendario provocó malestar en el cuerpo técnico que encabeza Damián Ayude. La reprogramación del encuentro para el viernes 31 de octubre alteró toda la planificación de la semana y generó enojo en Boedo.

El plantel del Ciclón había tenido el fin de semana libre, ya que todo indicaba que el cruce ante el Malevo se disputaría el domingo. Sin embargo, la Liga Profesional confirmó que el partido se jugará el viernes 31 de octubre, acortando los tiempos de trabajo y complicando la preparación. La noticia cayó mal en el cuerpo técnico, que se encontró con un escenario imprevisto y sin margen para ajustar la carga física ni la recuperación de algunos futbolistas.

La información inicial era que el duelo se jugaría el sábado o domingo, por lo que la decisión sorprendió a todos. El problema es que San Lorenzo no está en condiciones de dar ventajas: pelea por la clasificación a las copas de 2026 y cualquier alteración en el cronograma afecta la planificación deportiva.

Además, la sensación en el vestuario es de soledad. Como advirtió el propio Jhohan Romaña días atrás, el plantel siente que no tiene peso dirigencial ni respaldo para reclamar ante un fixture cambiante. Y nada es casual, ya que el presidente Marcelo Moretti fue apartado del último Comité Ejecutivo de AFA, lo que profundizó la distancia entre el club y la casa madre del fútbol argentino. 

Plantel de San Lorenzo
(Foto: Fotobaires)

En medio de la molestia, Ayude intenta mantener la concentración del grupo. El Ciclón tiene por delante tres partidos claves para definir su lugar en los playoffs y el cuerpo técnico no quiere más sorpresas. Aunque el malestar persiste, la prioridad es enfocarse en Riestra y cerrar el año en zona de clasificación.

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