¿Este River es candidato a ganar la Copa?
El equipo de Gallardo recompuso su imagen en el complemento tras haber jugado un lastimoso primer tiempo y enderezó la serie ante Libertad. Sin embargo, contra rivales más complicados -Palmeiras en los hipotéticos cuartos de final-, River aún no es confiable.
Después de un primer tiempo penoso -uno que habría costado muy caro si el rival hubiera sido, por ejemplo, el Palmeiras-, el Rivercito de los 45 minutos iniciales le dejó paso a un aceptable complemento que, sin embargo, no despejó la pregunta de fondo.
Por más que River debería eliminar a Libertad de Paraguay en la revancha en el Monumental el próximo jueves, ¿el equipo de Marcelo Gallardo es candidato para ganar o pelear la Copa Libertadores? El fútbol suele ser cambiante y sabe cómo traicionar los pronósticos pero hoy -o mejor dicho, ayer en Paraguay y la mayor parte del año- no lo parece.
River no está mal -pelea en tres frentes y sólo perdió dos partidos en el año- pero está muy por debajo de lo que podría y debería estar. Las compras por más de 75 millones de dólares en el segundo ciclo del Muñeco todavía no se trasladaron al juego de un equipo que sólo ilusiona -y un poquito- cada tanto.
Antes de llegar en Asunción al tercer partido consecutivo sin convertir goles, Gallardo le renovó la confianza al equipo titular -salvo los centrales- que la había pasado mal contra Independiente el sábado, únicamente a salvo de la derrota por Franco Armani. Pero, por carácter transitivo, lo que había andado mal en Avellaneda volvió a funcionar mal en Paraguay: el sistema 4-3-3 no arranca y River corrió de atrás la pelota en los 45 minutos iniciales ante un rival limitado.
En ese lapso, el pibe Lencina quedó aislado del resto -y volvió a desperdiciar otra oportunidad-, Kevin Castaño empezó a sufrir el mal de la intrascendencia y Miguel Borja jugó otra vez a contramano. Si el Muñeco había fallado en el planteo, se rectificó en el entretiempo -y ojalá sea el regreso a una de sus principales virtudes de su primer ciclo, el pragmatismo- y los ingresos de futbolistas de buen pie confluyeron para un River digno y protagonista.
Lo mejor del empate de Libertad ante River por la Libertadores
Ya con Juanfer Quintero, Sebastián Driussi y Nacho Fernández, River al fin tuvo la pelota en sus pies, se paró 20 metros adelante y dejó de mirar el arco de Libertad como si usara prismáticos. Produjo alguna que otra situación y ganó un buen empate para la revancha pero a la vez es un River con alergia al gol, tanto en sus delanteros como en sus mediocampistas, a la espera del regreso de Maxi Salas. Suena raro pero el hombre más peligroso en ataque en Paraguay fue un defensor, Gonzalo Montiel.
En todo caso, a la pregunta inicial sobre si este River es candidato a ganar la Copa, habría que agregarle una segunda: ¿Y en ese caso, quién haría los goles? Son las dudas que deja este millonario que vive día a día y de resultado en resultado, con un presupuesto enorme y un equipo que no fluye ni se encuentra. La hora de la verdad, en todo caso, está llegando.
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