Un mes de golpes bajos para Racing: de pelear por todo a quedarse con las manos vacías
El equipo de Gustavo Costas pasó de competir en todos los frentes a quedar sin Copa Libertadores, eliminado de la Copa Argentina y fuera de los playoffs del Clausura. Una caída abrupta que refleja un cierre de temporada tan inesperado como doloroso.

Hace poco más de un mes, Racing soñaba con un cierre de año histórico. Estaba en semifinales de la Copa Libertadores, seguía con vida en la Copa Argentina y se ilusionaba con pelear el Torneo Clausura. Hoy, todo cambió. En apenas treinta días, el equipo de Gustavo Costas pasó de competir en todos los frentes a quedarse con las manos vacías, en un final de temporada que golpea fuerte en lo deportivo y en lo anímico.
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El comienzo del derrumbe se dio el 28 de septiembre, en el clásico ante Independiente. El Rojo llegaba con nuevo entrenador y en plena crisis, pero la Academia no pudo aprovecharlo. Empató 0-0 en el Cilindro y hasta estuvo cerca de perderlo, ya que a su acérrimo rival le anularon dos goles y en la última jugada del partido desperdició una oportunidad muy clara de gol. Desde entonces, el equipo entró en una racha negativa que terminó por desmoronar todo el trabajo del año.
En el Torneo Clausura, la entidad de Avellaneda sufrió un inicio para el olvido. Perdió puntos clave, descuidó algunos partidos en medio de la rotación por la Copa y hoy está fuera de los playoffs, apenas relegado por diferencia de gol. La caída en la tabla anual también amenaza su clasificación a la Copa Libertadores 2026, un objetivo que parecía asegurado hace un mes y hoy pende de un hilo.
El compacto del empate sin goles entre Racing e Independiente
 
En paralelo, los de Costas se despidieron de la Copa Argentina tras perder en cuartos de final frente a un River que atravesaba su peor momento futbolístico del año. La derrota dolió por el contexto: el torneo más federal del país era una de las vías más accesibles para sumar un título, volver a festejar después de mucho tiempo y asegurar la participación en el venidero certamen continental.
El golpe final llegó en la Libertadores, el sueño máximo del club y de los hinchas. El elenco blanco y celeste quedó eliminado ante Flamengo en una serie cerrada, donde mereció más por su actitud y empuje que por su juego, pero terminó pagando caro su falta de eficacia. La derrota con los brasileños fue la confirmación de un final que nadie imaginaba: un equipo que hace semanas peleaba por todo, hoy mira desde afuera todas las competencias.
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En apenas un mes, Racing pasó del optimismo total a una realidad dura y frustrante. Costas deberá rearmar el ánimo de un plantel golpeado, mientras los hinchas, todavía con la herida fresca, intentan entender cómo un equipo que parecía estar para grandes cosas termina cerrando el año sin nada que celebrar hasta el momento.
 
 





