Se salvó del descenso con Racing, jugó en Europa y hoy se dedica a formar juveniles en la Academia
José Shaffer era el lateral titular del equipo que venció a Belgrano en la Promoción del 2008. Al poco tiempo lo vendieron a Benfica y compartió plantel con Di María, Aimar y Saviola. Actualmente trabaja en el cuerpo técnico de la Sexta División.
La tarde del 29 de junio de 2008 simbolizó un desahogo para los hinchas de Racing. Tras una serie de pésimas campañas, que culminó con el último puesto en el Clausura 2008, la Academia venció a Belgrano en la Promoción y logró permanecer en la máxima categoría del fútbol argentino. En ese equipo jugaba un joven pero prometedor lateral izquierdo, que luego pegaría el salto a Europa y volvería a trabajar, una vez retirado, en el club de sus amores: José Shaffer.
Criado futbolísticamente en las instalaciones del predio Tita Matiussi, a Shaffer le tocó debutar a los 19 años, de la mano de Diego Pablo Simeone, en el clásico contra Independiente en el Clausura 2006, que finalizó con victoria para el Rojo, gracias a un doblete de Sergio Agüero. Sin embargo, al poco tiempo bajó nuevamente a la Reserva y tuvo que empezar otra vez.
Luego de un préstamo en IFK Göteborg, Shaffer regresó a Racing. En el banco estaba Juan Manuel Llop. Y la situación había empeorado. Bajo el gerenciamiento de Blanquiceleste S.A., el plantel de Primera luchaba contra las traiciones del promedio y mantener la categoría era una tarea cada vez más ardua.
La lesión del lateral izquierdo titular le permitió al cordobés ganarse un lugar en el equipo, aunque su realidad estaba lejos de ser la ideal. "Tenía 22 cuando jugué la Promoción, sentía mucha presión y encima vivía en una carnicería abandonada de Bernal. Ni siquiera dormía bien y pasaba mucho frío... Yo amaba concentrar: era el único momento donde tenía las cuatro comidas”, contó en una entrevista con TN en 2023.
El marcador de punta que iba en colectivo a los entrenamientos, y recibía el apoyo de los hinchas por ser un pibe de la cantera que afrontaba uno de los peores momentos históricos de la institución, fue titular en los dos cotejos ante el Pirata. El 1-1 en Córdoba dejaba a Racing a un paso de la permanencia, por la ventaja deportiva que primaba para el cuadro de mayor categoría. La salvación quedó confirmada una semana después, gracias al gol de Maximiliano Moralez que desahogó al Cilindro de Avellaneda.
El 2009 lo afianzó como indiscutido en el lateral izquierdo y sus altos rendimientos lo catapultaron al Benfica de Portugal, que lo adquirió por una cifra cercana a los 2 millones de dólares. Concluyó su estadía, según el sitio de estadísticas Transfermarkt, con 43 partidos jugados y sin goles.
Las Águilas tenían varios argentinos entre sus filas, como Pablo Aimar, Ángel Di María y Javier Saviola. "Aimar es el mejor futbolista con el que jugué. Quizá tenía un mal partido y lo ganaba con su inteligencia: me decía cuándo pasar al ataque y cuándo no. Era un entrenador adentro de la cancha”, rememoró en la misma entrevista.
Una de las mejores fotos de su carrera probablemente la haya conseguido allí, en plena marca a Ronaldinho en un partido entre los portugueses y Milan. Pocos duelos disputó en Benfica, pero pudo participar de la clasificación a la Europa League y de algún compromiso de la fase de grupos.
Como no consiguió afianzarse, pese a salir campeón de la liga de la temporada 2009/10, estuvo a préstamo en Banfield, que también peleaba por la permanencia, Rosario Central, que jugaba en el Nacional B, y UD Leiria de Portugal. Su vínculo finalizó en 2012 y en 2013 pegó la vuelta a la Argentina para jugar en Talleres, de su provincia natal.
Después de una última experiencia en el exterior, en Unión La Calera entre 2014 y 2016, Shaffer transitó el final de su carrera en Gimnasia y Esgrima de Mendoza, El Porvenir y, por último, en Victoriano Arenas. Se retiró justo antes de que estallara la Pandemia de Covid-19 y fundó un club llamado La Academia FC, en la liga de San Vicente, para sacar a los chicos de la calle. Llegaron a tener más de 150.
“Durante la Pandemia entrenamos por zoom, aunque la mitad no podía conectarse. No todos tenían internet. Fue un momento muy jodido, agarraba el auto y me iba a la villa para repartir la comida que conseguíamos. Era un riesgo muy alto, porque yo tenía a mi nena y el Covid estaba en todos lados”, reveló.
Tres años atrás retornó a las instalaciones del predio Tita Matiussi, para trabajar en las Inferiores de Racing. Estuvo en varias categorías, pero hoy se desempeña, de acuerdo a la web oficial, como ayudante de campo de Flavio Espósito en el plantel de Sexta División. En paralelo, juega en el equipo senior del club, por supuesto, siempre vestido de celeste y blanco.
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