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El partido arreglado en un Mundial que cambió las últimas fechas para siempre

El Alemania 1-0 Austria de España '82 obligó a la FIFA a definir las zonas con encuentros en simultáneo, tal como será ahora en Estados Unidos, para evitar arreglos y especulaciones.

Alemania Austria España 82
Final: alemanes y austríacos se saludan tras avanzar de fase por arreglar un 1-0 para dejar afuera a Argelia en España '82. Este escándalo marcó a fuego la historia de la Copa del Mundo. (Mönckedieck/Getty Images)

Cuando en un torneo se disputan los últimos partidos de cada zona al mismo tiempo, la razón está en el Mundial de España 1982. Fue una medida implementada por la FIFA hace más de cuatro décadas como respuesta a uno de los mayores escándalos en la historia del fútbol, marcado en los libros como 'La desgracia de Gijón'.

En el Grupo 2 de esa Copa del Mundo coincidieron dos selecciones europeas con historia, como Alemania Federal y Austria, junto a Argelia y Chile. En el arranque, los africanos sorprendieron al vencer a los germanos por 2-1, mientras que los austríacos se impusieron por la mínima ante los sudamericanos.

La segunda fecha alteró el panorama: los alemanes aplastaron 4-1 a Chile, y Austria superó 2-0 a Argelia. El grupo quedaba entonces al rojo vivo y Argelia cerró su participación con victoria por 3-2 sobre Chile, por lo que alcanzó cuatro puntos (entonces se otorgaban dos por triunfo). Para clasificar a segunda fase, necesitaba que no hubiera victoria alemana en el duelo restante.

Pero el 25 de junio, en el estadio El Molinón, ocurrió lo impensado... O no tanto. Austria y Alemania salieron a la cancha sabiendo que un triunfo germano por la mínima los clasificaba a ambos. Y eso fue exactamente lo que pasó: el 1-0 llegó a los diez minutos y, desde entonces, el partido se transformó en una farsa de pases intrascendentes.

El partido arreglado entre Alemania Federal y Austria que cambió el reglamento

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El pacto de no agresión desató una ola de repudio en las tribunas. Los hinchas expresaron su indignación con abucheos, silbidos y hasta cánticos irónicos como “¡Que se besen!”. "No jugamos para ser populares, fuimos por el resultado. Eso es todo", admitió el arquero alemán Harald Schumacher en una entrevista con la televisión española.

Alemania llegó a la final y perdió con Italia. No fue campeón, pero la mancha quedó: el partido recibió nombres como 'La estafa del Molinón' o 'La desgracia de Gijón' y el impacto fue mucho más allá del apodo. Desde México 1986, FIFA actuó en consecuencia y organizó los cierres de fase en horarios simultáneos para combatir la especulación.

El método quedó fijo para cada cita organizada por la FIFA, así como también en Libertadores o Champions League, entre otros torneos. Por eso se remarca que lo que sucedió aquel día en Gijón dejó una marca imborrable en la historia del fútbol, que igualmente no estuvo exento de escándalos en adelante, pero al menos minimizó el margen.

¿Por qué minimizó y no erradicó? Es que puede darse que un resultado beneficie a dos rivales independientemente del otro partido. Por ejemplo en este Mundial de Clubes, si Bayern Múnich y Benfica empatasen, clasificarían ambos y dejarían sin chances a Boca, o un 2-2 entre Inter e River metería a ambos en octavos.

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