Central Córdoba y su año de copas, para cerrar un ciclo exitoso
En Santiago del Estero dejarán anclado el 2025 entre sus historias más destacadas. El Ferroviario estuvo a la altura de los grandes desafíos internacionales e instaló el nombre en el continente. Fue una de las revelaciones de la temporada.

Central Córdoba vivió un año intenso, con grandes hazañas deportivas. Con la idea de ser competitivo puso de rodillas a las grandes potencias del continente. Se dio el lujo de ser uno de los pocos que derrotó al Flemengo en el Maracaná, algo que no solamente quedó grabado en el corazón de los hinchas, sino también en murales, tatuajes, remeras y banderas. El Maracanazo santiagueño comenzó a formar parte de la historia de la provincia. Que también dio pelea en la Sudamericana y supo ilusionarse en el Clausura.
Con la Copa Argentina grabada en forma de estrella, comenzó lo oficial con una agenda cargada de partidos. La triple competencia advertía lo complicado que iba a ser el camino, tratando de no desviarse del principal objetivo: la permanencia en la Liga Profesional. Si bien la Libertadores generaba grandes expectativas, Omar De Felippe siempre proyecto un futuro pensando en no pasa necesidades en el torneo local.
El arranque en el Apertura fue importante. Sumó 18 puntos en 11 fechas. Los que sirvieron para engrosar promedios y para mantenerse expectantes en la zona de clasificación, algo que no se terminó dando porque el plantel comenzó a sentir el desgaste de los minutos acumulados y a la hora de la rotación no encontró los resultados esperados.
El debut internacional
El Grupo C le daba la bienvenida a las competencias internacionales. Enfrentarse a equipos que dejaron grabado su nombre en el trofeo más importante, a nivel clubes, del continente era todo un desafío. El debut contra Liga de Quito y una mano de la que se sigue hablando en Santiago del Estero, porque podría haber cambiado la historia. Porque los 11 puntos que sumó no fueron suficientes para meterse en los octavos de final. Pasó de ser el desconocido debutante al equipo revelación en un par de fechas. La victoria contra el Flamengo, de visitante, instaló su nombre en el continente y generaba ilusiones. Pero la derrota en la última jornada y la diferencia de goles terminó con un sueño.

Los anhelos internacionales tuvieron continuidad en la Sudamericana, llegando hasta octavos de final. En el camino se cruzó con Lanús, en una serie muy pareja, y quedó a un par de minutos de meterse entre los ocho mejores. Los penales marcaron el final de una loca aventura copera. La que estará grabada en la historia porque estuvo a la altura de los campeones.
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La ilusión del Clausura
El último torneo del año lo invitaba a soñar. La recta final de la temporada le permitía enfocarse en solo dos objetivo: permanencia y clasificación. Una cosa iba llevar a la otra. La racha de seis sin perder le aseguró su presencia en la próxima temporada en la máxima categoría del fútbol argentino, pero también lo dejó cuarto en la Zona A. Llegó a los cruces de octavos de final con la posibilidad de definirlo en casa. La victoria contra San Lorenzo le permitió avanzar a cuartos y enfrentar a Estudiantes, donde quedó eliminado, pero con la sensación del deber cumplido porque tuvo un gran 2025: el de las copas.

Fin de un ciclo exitoso
La derrota contra el Picha dejó más que una herida. Mientras los hinchas Ferroviarios intentaban olvidar la eliminación en el Clausura, recibían otro duro e inesperado golpe: la salida de Omar De Felippe. Algo que ya se venía hablando como una posibilidad, pero que nadie quería aceptar.
Una conferencia de prensa como despedida cerró uno de los ciclos más exitosos de la historia Ferroviaria. Obtuvo la Copa Argentina, consiguiendo así la clasificación para las competencias internacionales y cambiando la mentalidad de que solo en el Oeste pueden pensar en subsistir en la categoría, sino que también existe la posibilidad de estar en la pelea. Motivo por el que a los hermanos De Felippe no se los olvidará fácilmente. Porque le dieron forma a uno de los ciclos más exitosos de la historia del Ferro.
Pusineri y el desafío de la reconstrucción
Son 25 los contratos que se vencen el 31 de diciembre. Rearmar y competir de nuevo es la idea de Lucas Pusineri, el entrenador elegido para continuar con el legado. Si bien no será una tarea sencilla, desde el cuerpo técnico sostienen que tampoco será imposible. Desde el 2 de enero comenzarán al darle forma al nuevo proyecto, pero con la misma idea: tratar de ser competitivos.

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