Es furor en Netflix: la película de menos de dos horas que lidera el ranking en Argentina
La directora Kathryn Bigelow regresa con un film que cuestiona los sistemas de defensa ante una crisis nuclear que podría estallar en cualquier momento.

En Una casa de dinamita, la cineasta Kathryn Bigelow se adentra de nuevo en la tensión bélica y política que ya exploró con pulso firme, esta vez planteando un escenario aterrador: un misil de origen desconocido es lanzado hacia Estados Unidos, y se desencadena una carrera contra el tiempo para identificar al causante y evitar la catástrofe.
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El film entrega un suspenso sólido, con ritmo implacable y varias capas de reflexión sobre el poder, la tecnología y la fragilidad del sistema de defensa.
Por qué es recomendable ver Una casa de dinamita
- Idris Elba, Rebecca Ferguson, Jared Harris y otros completan un abanico de personajes con distintas responsabilidades en la cadena de decisiones de crisis.
- Un guion que refleja realismo procedimental: según reseñas, el lenguaje, siglas y protocolos usados resultan creíbles incluso para quienes no están familiarizados con la “jerga” de inteligencia / defensa.
- Un tono incómodo e inevitable: el planteo de “poder que se desmorona”, “enemigo que no se nombra” y “tiempo que corre” es algo que hace que el espectador se sienta parte de la crisis, no solo como observador.
Algunas críticas y puntos a considerar
El final generó división: mientras la crítica mayoritariamente la aprueba, parte del público señala que el cierre se siente abierto o incluso inconcluso, lo que puede incomodar.
- Temática muy específica: Si buscás un thriller tradicional con “buenísimo vs malísimo”, es posible que te cueste enganchar con el tono más gris y de espionaje que ofrece esta película.
- Generó polémica institucional: Pentágono y la Agencia de Defensa de Misiles de EE.UU. cuestionaron su retrato del sistema antimisiles americano, lo que habla del nivel de realismo o al menos de verosimilitud política que ofrece.





