Para qué sirve poner cáscaras de nuez en las brasas de tu asado
Este truco casero suma un aroma inconfundible al asado y transforma el sabor de los cortes.

El asado es una de las tradiciones más fuertes de la mesa argentina, y siempre aparecen recursos nuevos para potenciarlo. Uno de los más efectivos es agregar cáscaras de nuez a las brasas, un detalle que cambia el aroma y le da un ahumado especial a la carne. Conocé los detalles.
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El motivo es simple: las cáscaras liberan aceites naturales y compuestos aromáticos cuando se queman, lo que genera un humo más denso y con un perfume particular. Ese humo envuelve la carne y deja un sabor profundo, ideal para cortes como tira de asado, bondiola o tapa.
Cómo usar las cáscaras de nuez en las brasas
- Encendé el fuego y esperá a que las brasas estén listas.
- Sumá un puñado de cáscaras directamente sobre el carbón.
- Colocá la carne de inmediato para que el humo la impregne desde el inicio.
- Si querés un toque más intenso, repetí a mitad de la cocción, siempre con moderación.
Este recurso se suma a otros trucos parrilleros como las hierbas secas o la madera frutal, pero con la ventaja de ser económico, natural y muy fácil de aplicar. Un detalle que eleva el asado sin alterar la tradición.
Precauciones a tener en cuenta
- No abuses: demasiado humo puede amargar el sabor.
- Usá cáscaras limpias, sin químicos ni barnices.
- Cuidado con las chispas: agregalas de a poco.
- Si hay invitados con alergia severa a la nuez, evitá el truco por precaución.
En definitiva, las cáscaras de nuez aportan un toque gourmet y distinto al clásico asado argentino, sin complicaciones y con un resultado que sorprende en cada bocado.
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