Pocos lo saben: los trucos para lograr chinchulines que sorprendan en el asado
Con una limpieza profunda, pre-cocción y buen manejo del fuego podés lograr chinchulines exquisitos sin fallas.

Para lograr unos chinchulines crocantes por fuera y tiernísimos por dentro, no alcanza con tirarlos a las brasas: hay que seguir pasos previos clave. Conocé la receta adaptada para que luzcan perfectos en tu próximo asado.
El primer secreto está en la limpieza: hay que lavarlos varias veces bajo agua fría, retirar buena parte de la grasa externa (sin dejarlos demasiados secos) y, si se desea, dejarlos en remojo con limón, vinagre o leche durante un tiempo para suavizar los sabores intensos.
Receta paso a paso: cómo hacer chinchulines sin fallas
- Limpieza profunda
Abrí los chinchulines por dentro con agua del grifo para eliminar impurezas internas. Repetí este proceso varias veces hasta que el agua salga clara. Luego, retirale la grasa externa excesiva, dejando un poco para que no queden secos.
- Remojo / macerado
Sumergilos en agua con limón, vinagre o leche durante al menos una hora (o incluso algunas horas en la heladera). Esto suaviza el sabor y ayuda a desprender más impurezas.
- Precocción lenta
Herví los chinchulines a fuego suave con un poco de sal y laurel por 20 a 30 minutos. Esto adelanta una cocción interna y disminuye el riesgo de que queden gomosos. Escurrilos bien y dejalos enfriar antes de llevarlos al fuego.
- Cocción final en parrilla / fuego moderado
Colocalos sobre las brasas cuando estén firmes pero no abrasador el calor; trabajá con fuego medio y proximidad entre las brasas. Dales vuelta con frecuencia para que se doren pareja.
Por último, al momento de servir, exprimí limón sobre ellos: el jugo cítrico ayuda a “cortar” la grasa y realza el sabor.
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