Pocos lo saben: para qué sirve frotar un diente de ajo en la parrilla antes del asado
Un gesto sencillo antes de asar puede evitar que la carne se pegue y sumarle aroma sin que lo notes.

Cuando la parrilla ya está caliente, algunos asadores aplican un truco poco conocido: frotar un diente de ajo sobre las rejillas. Este gesto no solo perfuma la carne con suavidad, sino que también ayuda a evitar que se pegue al hierro caliente. Conocé cómo se hace.
El motivo: al calentar el ajo en contacto con el metal, sus compuestos naturales generan una capa fina que actúa como barrera entre la carne y la parrilla. Además, gracias a sus compuestos sulfurados, el ajo tiene efectos desinfectantes que ayudan a eliminar restos de grasa o bacterias de usos anteriores.
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Cómo aplicarlo paso a paso
- Cortá un diente de ajo a la mitad.
- Con la parrilla bien caliente, frotá el ajo por todas las rejillas.
- Esperá unos segundos antes de poner la carne para que el aroma se fije.
- Si querés, podés repetir entre tandas ligeras, con moderación.
Consejos clave
- Con un solo diente es suficiente: usar demasiado puede saturar el sabor.
- Funciona mejor en parrillas de hierro o acero inoxidable.
- No reemplaza el mantenimiento habitual, pero suma un plus aromático.
Aunque no es un truco mágico, frotar ajo en la parrilla aporta una capa antiadherente natural y un aroma sutil sin alterar el perfil del asado. Cuando lo uses con prudencia y buen timing, puede ser uno de esos secretos de parrillero que hacen la diferencia.
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