Un truco infalible para limpiar tus vidrios y que queden como nuevos sin esfuerzo ni rayas
Una mezcla simple y una técnica correcta alcanzan para lograr ventanas relucientes y sin rastros de marcas.

Limpiar los vidrios suele ser una de esas tareas que nadie disfruta: esfuerzo, tiempo y el resultado muchas veces no convence. Pero un pequeño cambio en el método puede marcar la diferencia y dejar las ventanas realmente impecables. Conocé los detalles.
El secreto está en elegir el momento y las herramientas adecuadas. Los especialistas recomiendan limpiar en días nublados, ya que el sol puede secar el producto demasiado rápido y dejar marcas. Además, lo ideal es contar con paños de microfibra, una escobilla de goma, una esponja y un balde. Evitá usar materiales abrasivos que rayen el vidrio.
Para lograr un resultado perfecto, seguí este paso a paso:
- Prepará el área colocando toallas o trapos debajo de las ventanas.
- Usá una mezcla casera de partes iguales de agua y vinagre blanco destilado.
- Aplicá con movimientos circulares, cubriendo toda la superficie.
- Secá con un paño seco y terminá con papel de diario arrugado para un brillo sin rayas.
- No te olvides de los marcos y rieles, que también acumulan polvo y humedad.
La mezcla de vinagre y agua se impone como la opción más práctica y económica frente a los limpiadores comerciales. El vinagre corta la grasa y elimina la suciedad sin dejar residuos, mientras que el paño de microfibra evita pelusas y marcas.
Por último, los expertos aconsejan limpiar las ventanas al menos dos veces al año, o más seguido si vivís en zonas con mucho polvo o smog. Con esta técnica, vas a lograr vidrios realmente transparentes sin invertir de más.





