El balneario bonaerense con solo 35 habitantes y 28 km de playa virgen que pocos conocen
Este rincón del sur bonaerense sorprende con su calma, sus médanos intactos y una costa interminable donde la naturaleza manda.

Entre el mar y los médanos del extremo sur de Buenos Aires, existe un lugar donde el tiempo parece haberse detenido. Sin hoteles, sin ruido y con apenas 35 habitantes, este pequeño balneario se convirtió en un refugio perfecto para quienes buscan desconectarse del mundo. Conocé los detalles.
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El balneario bonaerense con solo 35 habitantes y 28 km de playa virgen que pocos conocen
El sitio en cuestión es el Balneario San Cayetano, una joya oculta a 75 kilómetros de la ciudad del mismo nombre y a unas siete horas de la Capital. Separado del pueblo por una franja de bosques y dunas, llegar hasta allí es sencillo, pero una vez que se pisa la arena, todo cambia: el silencio y la naturaleza dominan la escena.
La playa es su gran protagonista. Se extiende por 28 kilómetros de costa virgen, sin edificios ni paradores invasivos, solo arena, mar y cielo. En verano, el clima templado invita a disfrutar en familia: los chicos juegan en la orilla mientras los adultos arman el mate bajo una sombrilla.

El corazón del balneario se organiza en pocas calles de arena, bautizadas con nombres de animales y árboles. No hay grandes hoteles ni cadenas turísticas; la hospitalidad la ponen los vecinos, que alquilan cabañas o abren sus casas para recibir visitantes. En temporada alta funcionan dos paradores con gastronomía local y el complejo municipal Aguas del Pinar, ideal para quienes prefieren descansar lejos del mar.
Qué hacer en San Cayetano
Las actividades giran en torno al aire libre y la tranquilidad:
- Pesca deportiva, una tradición entre locales y turistas.
- Paseos en kayak o caminatas entre los médanos.
- Exploración de barcos encallados sobre la costa.
- Recorridos en bicicleta por la laguna cercana.
- Y los imperdibles amaneceres y atardeceres, que tiñen el cielo de tonos naranjas y violetas.
Aunque pequeño, el balneario ofrece servicios básicos como guardavidas, sala de primeros auxilios y proveedurías. Pero su mayor tesoro es otro: la simpleza, el silencio y una naturaleza que todavía se mantiene intacta.





