Del mate a la maceta: cómo transformar la yerba usada en un recipiente ecológico
Una simple idea de reciclaje convierte la yerba usada del mate en un objeto útil y ecológico para tu casa.

El truco es sencillo y eficaz: en lugar de tirar la yerba una vez que tomás el mate, la guardarás para darle una nueva vida como maceta biodegradable. Con este método, podés reutilizar un residuo doméstico y al mismo tiempo producir un objeto útil para tus plantas, fomentando un estilo de vida más sustentable. Conocé los detalles.
Transformar la yerba usada en una maceta es posible y funciona. Los ingredientes básicos, harina, agua, un chorrito de vinagre, junto con la yerba, crean una mezcla moldeable que, al secarse, puede funcionar como recipiente. Según el tutorial original, la yerba aporta fósforo y nitrógeno, nutrientes que favorecen el crecimiento de las plantas.
¿Qué necesitás y cuál es el paso a paso?
- Yerba del mate usada (una parte húmeda y otra seca)
- 2 tazas de harina + 2 tazas de agua para el engrudo
- Un chorrito de vinagre (como conservante)
- Molde: puede ser una lata, compotera u otro recipiente que uses como forma
- Film (papel film) para facilitar el desmoldado
- Secado al sol y, opcionalmente, barniz para mayor durabilidad
Los pasos son:
- Mezclar la harina con el agua hasta lograr una masa, calentar y añadir vinagre.
- Incorporar la yerba húmeda primero para bajar la temperatura de la masa, luego la yerba seca y amasar hasta lograr consistencia.
- Colocar film en el molde, presionar la mezcla en la base y las paredes, dejar secar al sol un día, desmoldar y secar completamente.
- Hacer un agujero de drenaje con un clavo y si querés, aplicar barniz para prolongar la vida útil del objeto.

¿Por qué tiene sentido esta idea?
- Aprovechás un residuo habitual en los hogares argentinos que normalmente se descarta.
- Generás un recipiente biodegradable, reduciendo el uso de plásticos u otros materiales poco amigables.
- Incorporás nutrientes como fósforo y nitrógeno al recipiente, lo que puede beneficiar las plantas que coloques ahí.
- Es una actividad sencilla, económica y didáctica, ideal para hobby de fin de semana o para hacer con chicos.
Consejos extra para que te salga mejor
- Asegurate de que la pieza final quede bien seca antes de plantar algo, para que no se deforme con la humedad.
- Si el molde es muy grande o las paredes quedan finas, puede romperse: hacé un molde de tamaño moderado.
- Elegí un lugar de secado al sol, pero protegida de ráfagas fuertes de viento para que no se desarme la pieza.
- Si usás barniz, probá primero en una esquina para ver cómo reacciona con la materia orgánica y la humedad.





