Cuál es el origen de la palabra "A priori" y cómo aplicarla a tu vida cotidiana
La expresión filosófica “a priori” tiene un trasfondo histórico y hoy también puede ayudarte en situaciones cotidianas.

El término “a priori” proviene del latín y significa literalmente “desde lo anterior”. Se empezó a usar en el ámbito de la filosofía para hablar de un conocimiento que no depende de la experiencia, sino de la razón. Conocé cómo usarlo en tu día a día.
Cuál es el origen de la palabra "A priori" y cómo aplicarla a tu vida cotidiana
Su uso más conocido aparece en los escritos de Immanuel Kant, quien diferenciaba entre lo que sabemos por experiencia (a posteriori) y lo que deducimos sin necesidad de vivirlo (a priori). En la vida cotidiana, se aplica cuando damos algo por sentado antes de comprobarlo, basándonos en la lógica o en lo que ya sabemos.
Aprender a usar esta expresión correctamente no solo enriquece el vocabulario, sino que también ayuda a comunicar ideas con más solidez, mostrando que entendemos cuándo hablamos desde la experiencia y cuándo desde la razón.
Algunos ejemplos prácticos de cómo usar “a priori” en el día a día son:
- Antes de un partido, asumir que un equipo favorito tiene ventaja.
- En el trabajo, prever un resultado sin haber visto todos los datos.
- En una charla, expresar que algo parece cierto de entrada, aunque pueda cambiar.
- En la vida personal, confiar en una decisión por experiencia previa, sin pruebas nuevas.
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