El declive del futsal de San Lorenzo: de la Libertadores a salvarse de la B en cuatro años
La disciplina pasó de alcanzar la gloria continental a sufrir por la permanencia. Ex entrenadores y dirigentes que atravesaron este proceso dieron su punto de vista sobre cómo se destrató una de las pocas áreas que funcionaban bien.

En el Polideportivo Roberto Pando, el futsal de San Lorenzo goleó 5-1 a Racing en la última fecha del Torneo AFA y se aseguró la continuidad en Primera. Con SECLA descendido, el Ciclón llegó a esta última jornada a dos unidades de la B y, junto a Gimnasia LP, definían el segundo equipo que perdería la categoría. Hace años que el club es un caos en todos los ámbitos y, más allá de que la crisis viene desde hace varios gobiernos, el mandato de Marcelo Moretti tuvo numerosos episodios que marcaron el desconcierto dirigencial, siendo la escapada de la sede en patrullero la más reciente.
Una de las malas decisiones que tomó esta dirigencia fue soltarle la mano al futsal masculino, uno de los deportes que más había crecido en los últimos años: pasó de alcanzar lo máximo a nivel continental a atravesar el momento más crítico de su historia. Zeapp Sports reunió tres voces que vivieron de cerca ese recorrido para entender cómo se llegó a esta instancia.
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El proceso de reconstrucción de la disciplina comenzó en 2017 y alcanzó la gloria máxima en 2021, cuando obtuvo la Libertadores tras derrotar 4-3 a Carlos Barbosa (BRA), siendo así el primer y único argentino en lograrlo. Además de ese título, en el lapso 2018-2023, el Ciclón conquistó una Liga Nacional (2019), dos Superfinales (2018 y 2020), dos Supercopa (2020 y 2021), tres Copa Argentina (2018, 2022 y 2023) y cuatro Torneos AFA (2018, 2019, 2022 y 2023).
Sin embargo, ese camino se rompió. “Luego de que nos echaran y destruyeran nuestro grupo de trabajo, nos reemplazaron personas con desconocimiento de la disciplina. Para acompañar a Moretti había que ser corrupto, incapaz o alguien que no conociera el club”, aseveró indignado Bruno Calabria, uno de los exencargados, quien añadió que el principal error que tuvo la dirigencia fue poner los intereses personales y el ego por encima del futsal. Para Calabria, el problema no es económico, sino que hay “incapacidad, irresponsabilidad y ganas de figurar”. “Para que la disciplina vuelva a estar donde estuvo, hay que tener un proyecto con objetivos claros y dirigentes comprometidos”, afirmó.
Nicolás Valdés tiene experiencia en el futsal del club: arrancó como jugador en 1998, subió a Primera en 2001 y se retiró en 2013. Desde 2014 hasta fines de 2015 fue el DT y, diez años después, regresó para ocupar el puesto que había dejado Figu Antonelli. “El primer día de mi vuelta llegué y había veinte personas nuevas que venían a hacerse cargo. Fue un caos”, contó. Valdés, que en la segunda etapa estuvo apenas seis meses, se sinceró: “Renuncié porque no había ni plan ni estructura. La gente a cargo no estaba preparada y por ahí tampoco tenía el apoyo de arriba. El futsal no merecía atravesar una situación así por culpa de dos o tres inadaptados".
Antes de su salida, habló con quien fue su sucesor, Hernán Yavicoli, y le explicó que dejaba el puesto porque le habían hecho promesas que nunca se cumplieron. Además, aseguró que hubo un destrato hacia la disciplina. “Querían limpiar a Damián Stazzone, que es un emblema. En un año se dedicaron a destruir todo”, se lamentó.
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Yavicoli asumió y gran parte de los deportistas se habían ido —o estaban por hacerlo— y los juveniles, que venían jugando más por necesidad que por deseo propio, debieron hacerse cargo. “Más allá de la crisis, me sedujo llegar. Pero había un plantel reducido y las condiciones no eran las ideales para entrenar”, recordó. Su etapa duró apenas cuatro meses: “Mi salida se dio de manera unilateral. Cuando empecé me dijeron que estuviera tranquilo porque era un año de transición y me iban a dar tiempo. A las palabras se las lleva el viento. El club carece de un proyecto serio y de dirigentes con experiencia”, aseveró. Quien lo reemplazó en su momento fue Javier Arce, que apenas duró un puñado de partidos al mando y renunció a falta de ocho partidos. Desde entonces, la página oficial nunca comunicó el CT que terminó salvando al equipo del descenso.
Lógicamente, los tres entrevistados coinciden en que los jugadores son los menos responsables de este momento. “A pesar del contexto y de los peores dirigentes de la historia, los jugadores dejaron al club en Primera y siempre serán reconocidos por eso”, aseveró Calabria.
El festejo de los jugadores de San Lorenzo tras quedarse en Primera (@Rodri_Vizcarra en X)
Con 21 títulos logrados en casi 30 años, el futsal fue durante mucho tiempo uno de los mayores orgullos del club. Ayer se salvó del descenso gracias a los jugadores, pero sufrió hasta la última fecha debido a la falta de planificación y al abandono. La recuperación que necesita San Lorenzo como club (más allá del futsal), demandará gestión, tiempo y un proyecto acorde a la historia de la institución.








