Polémica en las ligas de Europa por posibles partidos en el extranjero: qué hay detrás de este conflicto y las posturas cruzadas
Luego de la propuesta de trasladar un Villarreal-Barcelona a Miami, clubes como Real Madrid repudiaron la medida e incluso el Gobierno británico se prepara para que el plan no se lleve a cabo en Premier League.

La polémica se desató luego de que la Junta Directiva de la RFEF elevara una propuesta a la UEFA para que uno de los partidos de La Liga se juegue en Miami, en este caso un Villarreal-Barcelona. La medida tuvo el rechazo de Real Madrid, que argumentó que se vulnera el principio de reciprocidad territorial al entender que ambos equipos, sobre todo el Culé, corren con ventaja deportiva al jugar en un terreno neutral.
En esa misma línea, el gobierno de Gran Bretaña hizo público su repudio a la idea de que se jueguen encuentros de Premier League en el extranjero. La idea es lanzar una enmienda en la que se prohíban cotejos en el exterior en las cuatro divisiones profesionales de Inglaterra.
Ya en 2024, y a través de Richard Masters, la Premier se negó a que haya planes para trasladar partidos al exterior y desde 2008 que no se hablaba de eso en el plano local, que fue cuando se canceló una iniciativa para jugar una jornada de la liga inglesa a las afueras de Reino Unido. Ni los hinchas ni la propia FIFA apoyaron la medida. Ahora bien, ¿qué hay detrás de todo esto?
La respuesta es simple: que los equipos más poderosos lo sean aún más. No es casualidad que quieran mover a Miami un partido en el que Barcelona es visitante, ya que tendría muchísimos más ingresos por entradas que lo que ganaría en el estadio de Villarreal. Parece ser otra maniobra para agrandar el patrimonio de los equipos grandes. Hasta ahora, la manera más fácil es jugar más partidos, que responde al aumento de equipos en las principales competiciones europeas o la creación de nuevos torneos como el Mundial de Clubes.

Tom Werner, el presidente norteamericano de Liverpool declaró lo siguiente el año pasado: "Tengo la idea, un tanto loca, de que algún día juguemos un partido en Tokio, otro unas horas después en Los Ángeles, otro unas horas después en Río, otro unas horas después en Riad, y que sea una especie de día en el que se celebre el fútbol". La idea es clara y parece surgir tras la negativa a la creación de la Superliga que se dio en 2021 como una especie de resentimiento por aquel rechazo.
En caso de que el plan de jugar partidos en el exterior se ponga en marcha, los clubes deberán lidiar con reclamos masivos de sus hinchas, además del desgaste físico que sufrirán los jugadores, algo que se está observando cada vez mas con el aumento de lesiones producto del aumento de encuentros en los que deben estar presentes.
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