Jugó torneos de póker en Las Vegas, se convirtió en DT y ascendió a la Bundesliga de Austria
Maximilian Senft tiene 36 años, ya hizo historia en el mundo del fútbol como entrenador, y su vida fue un carrusel de emociones.
El Ried regresó a la Primera División de Austria a mediados de este año, y en gran parte se debe a su entrenador, Maximilian Senft. El nacido en Viena jugó a la pelota de jóven, luego estudió en una Universidad, fue jugador de póker profesional y regresó al mundo del fútbol como DT para revolucionar el Ascenso de su país.
Lejos de iniciar su camino en las canchas profesionales, Senft creció jugando en el fútbol amateur, y cuando cumplió 18 años comenzó a cursar la carrera Economía en Viena. Cuando logró recibirse no ejerció su título universitario y optó por decidarse al póker, viajando por el mundo y participando en torneos internacionales.
El logro más importante de su vida en una mesa fue en el año 2014, cuando finalizó undécimo en la World Series de Las Vegas, en un torneo que reunió a más de 7.000 jugadores de todo el mundo. Además, por su gran performance embolsó cerca de 500 mil dólares en premios.
Varios años después decidió dar un cambio rotundo en su vida y dedicarse a la dirección técnica, y por eso ompletó una maestría en entrenamiento y deporte, se sumó a cursos de formación y colaboró con especialistas en análisis táctico en el portal austríaco Spielverlagerung.
Después de algunas experiencias como ayudante de campo, en marzo de 2023 el Ried sufrió el descenso a la Segunda División de Austria y Senft tomó las riendas del equipo con el objetivo de regresar a la Bundesliga. Su idea era clara y se cumplió, porque en menos de dos temporadas logró ascender a Primera, en un hito que lo colocó como una de las promesas dentro de la dirección técnic de su país.
En diálogo con The Athletic, Maximilian recordó sus días como jugador de póker y lo comparó con el fútbol: “Tanto el fútbol como el póker son juegos de información incompleta; no sabés qué pasará en los próximos minutos ni qué cartas tiene el rival. Adaptarse es clave y ese proceso no se detiene en 90 minutos”, señaló.
Sin embargo, el joven DT marcó una gran diferencia entre estos mundos: “Cuando querés que un mensaje llegue a los jugadores, la emoción debe estar presente. Tienen que confiar en vos y creer en tus ideas. Sin eso, no funcionará. En póker no hay que convencer a nadie, en el fútbol sí: al plantel, a la dirigencia y a los hinchas”.
Lo cierto es que su irrupción en el mundo del fútbol sorprendió a propios y extraños, y su nuevo objetivo es mantener al Ried en Primera, aunque no será tarea sencilla. Por ahora, disputó las dos primeras fechas de la Bundesliga de Austria donde empató 2-2 ante el Salzburgo en el debut, y luego cayó por 1-0 contra el Altach como visitante.
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