Fuimos todos Velasco
Y un día ganó Boca. Tras 120 días y con un equipo algo más lógico en cancha, el Xeneize cortó la inédita racha de 12 partidos sin triunfos. ¡Como para no emocionarse! Porqués de la victoria y advertencias a futuro.
Di Lollo de 2, Battaglia de doble 5 y Aguirre de extremo. Esos dos simples cambios en defensa y mediocampo, sumados a la ratificación para el delantero post Racing, fueron el comienzo del fin de la inédita racha de 12 partidos sin triunfos. Porque Pellegrino, de buen nivel desde su llegada (anoche salvó el 1-1 en la línea), tuvo en Lautaro un compañero de zaga a la altura. Porque Rodrigo jugó de lo que sabe jugar y en dupla con el distinto de este equipo. Y porque Brian le da a Boca el uno contra uno y el desborde que le estaba faltando.
Un delicioso pase de primera de Paredes, un genial control orientado de Aguirre para dormir a su marca y el posterior “tomá y hacelo” para Cavani a los 22’ fue la primera prueba fehaciente de que algo fluía distinto en las transiciones del equipo de Russo. Pero como Edinson volvió a errarle a la pelota hubo que esperar hasta los 30’ para gritar el primer gol: Pellegrino ganó de arriba y pifió de abajo, antes y después del gran amague y pase de Merentiel, pero Paredes encontró la red cuando intentaba asistir a Cavani en el área chica y todos nos volvíamos a persignar. ¡1-0!
Con Boca por fin en ventaja y una formación ofensiva, con espacios de a ratos asomó el fútbol que tanto se reclama. La Bestia, retrasado por la injustificable presencia de su coterráneo, alternó buenas (cambio de frente top con ventaja para Cavani y pase filtrado para Blanco) con malas decisiones (dos enganches para adentro cuando ambas jugadas pedían abrírsela al 3 y meterse al área).
Entre bengalas de un lado y bengalas del otro (con visitantes es otra cosa afuera y adentro), un buen rato del segundo tiempo ayudó a recordar que sobra un 9 y falta un mediocampista para rivales más exigentes.
El gol de Alan Velasco para confirmar la goleada de Boca sobre Independiente Rivadavia (0-3)
Paredes mejora todo lo que toca. De Cavani ya está todo dicho: ¿en serio se enojó por el cambio? Palacios se ganó una amarilla zonza, condujo bien una contra y no mucho más: poco para un partido que invitaba a que se destacara. Y se necesita más de Marchesín.
Buen ingreso de Alarcón, que metió dos pelotas de gol. Giménez, anoche mejor asistiendo que definiendo. Zeballos y Velasco se sacaron la mufa y sellaron el resultado de contra, un juego en el que Russo suele sentirse cómodo. El festejo entre lágrimas del “refuerzo de los 10 palos” habla por sí solo de la presión que acumulaba. Pero viendo el 3-0 en el marcador después de 120 días, por un segundo fuimos todos Velasco.
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