Por qué Boca no tiene un "equipazo", la definición de Cascini que generó polémica
Tras dejar el Consejo de Fútbol y despedirse del club, el Mosquito aseguró que Russo tiene un plantel a la altura que "cuando tome confianza y encadenen dos o tres triunfos seguidos, va a dar que hablar". ¿Exageración o realidad?

“Boca hoy tiene un equipazo, esa es la realidad. Cuando tomen confianza y ganen dos o tres partidos seguidos, este equipo va a dar que hablar", afirmó sin titubear Raúl Cascini, en una suerte de banca tras dejar el barco pero a la vez como tiro por elevación para los detractores. ¿Exageración o realidad?
Sin filtro como de costumbre y con más 'soltura' en sus palabras que cuando ejercía el cargo dentro del Consejo de Fútbol que dinamitó Juan Román Riquelme para "descomprimir" , el Mosquito lanzó dardos para todos lados. Apuntó contra el periodismo, liquidó a los críticos del trío que ahora solo tiene a Marcelo Delgado y defendió su gestión, entre otras cosas valorando el plantel que armaron pese a la crisis actual.
Cantidad no es calidad, jugadores de renombre no equivalen a jerarquía, historia -vaya redundancia- no es presente y gastar millones de dólares tampoco es ninguna garantía si no se destinan acertadamente bajo un minucioso y profundo análisis.
Yendo al grano, los resultados hablan por sí solos: Boca no levanta un título desde 2023 (Supercopa Argentina), no juega la Copa Libertadores hace dos años, no compitió al máximo nivel en el torneo local en 2025, viene de quedar afuera en octavos de final de la Copa Argentina y no gana hace 12 partidos -peor racha en 120 años-.
¿Se puede catalogar de "equipazo" a un club con ese palmarés reciente? Difícilmente, y mucho más si el club en cuestión es ni más ni menos que Boca, cuya historia demanda resultados constantes e impone una realidad muy diferente a la de hoy. Aunque claro, la definición -errática- quizás refiere más a los nombres propios que al colectivo. Vayamos al caso.
Cascini rompió el silencio

Analizando más rigurosamente los jugadores que lo componen, por jerarquía y respaldo de la misma en su presente, probablemente el único futbolista del Boca 2025 que puede categorizarse como un miembro de la "élite" del fútbol es Leandro Paredes. El último refuerzo en llegar a Brandsen 805 sí le dio un salto de calidad en los papeles y tuvo el plus de que Riquelme apenas tuvo que resarcir a la Roma para contratarlo.
Sin embargo, en sus primeros partidos la cancha expuso que no es suficiente. El campeón del mundo "solo" -como contra Racing en el medio- no cambió el molde de un Boca de Russo que no despega de raíz. Y mucho de eso tiene que ver con que los principales protagonistas -aquellos que seguramente Cascini tuvo en cuenta para esa calificación que generó bronca en los hinchas- no estuvieron a la altura.
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Primero y principal, Édinson Cavani, que este año entre las lesiones y la falta de gol quedó bajo la mira del Mundo Boca (fue silbado por algunos hinchas contra Racing). Tres tantos en 17 partidos y problemas musculares reiterados hoy, con 38 años, lo hicieron perder ese mote de 'goleador de talla mundial' con el que llegó en 2023 y que sin dudas en otros tiempos fue.
Un caso similar es el de Ander Herrera, el vasco que hizo un boom por su ejemplar trayectoria y conmovió a todos con su elección de ir a Boca por la "pasión y el deseo de cumplir un sueño", pero las lesiones lo dejaron más afuera que adentro. Aunque su calidad es indiscutible y su trayectoria intachable, a sus 36 años apenas pudo jugar nueve partidos en ocho meses. Con pocos minutos, como el Matador, poco pudo aportar. Antes de que lo llamara Riquelme, sus antecedentes en Athletic Bilbao no eran alentadores y la historia no cambió.
Es imposible no mencionar a Alan Velasco entre esos jugadores de "otro nivel" que están en deuda, básicamente por que arribó con grandes expectativas y ni más que menos con el rótulo de ser el refuerzo más caro de toda la gestión de Riquelme y el Consejo de Fútbol.
Los 10 millones de dólares que Boca le pagó a Dallas, el mayor desembolso del club solo detrás del regreso del propio Román en 2007, todavía no dieron ni una pizca de sus frutos adentro del campo. Aunque en Independiente supo romperla y nadie cuestiona sus condiciones, la pregunta quizás deba hacerse entorno a la cifra que se erogó y también en el momento, ya que venía de una larga inactividad en Estados Unidos tras una lesión importante de rodilla.
Y tampoco hay que olvidarse del 'combo' Carlos Palacios. Cuando Riquelme lo trajo de Colo Colo como ese jugador distinto que podía cambiarle la ecuación a un equipo necesitado, sabía que el talento venía acompañado de cuestiones extrafutbolísticas. No obstante, por ahora dio poco de lo primero y mucho de lo segundo: la indisciplina de a poco irrumpió en el camino del chileno e hizo que Russo dijera "basta", motivo por el que lo marginó un puñado de partidos.
Un 2 y un 8, las grandes carencias del plantel de Boca
¿Y línea por línea? En plantel xeneize expone una superpoblación sin garantías en puestos puntuales, como el lateral derecho (Luis Advíncula, Juan Barinaga y Lucas Blondel) o el de volante central (Rodrigo Battaglia, Ignacio Miramón, Herrera, Tomás Belmonte, Milton Delgado, Camilo Rey Domenech y Paredes). Salvo por el campeón, en ambos casos sobran las opciones pero ninguno se asienta ni da la talla, un ejemplo claro de que cantidad no es calidad.
Y así como en un lado sobra, en otros evidentemente falta. Con Nicolás Figal constantemente ausente por estar entre algodones desde lo físico, el 2 de Boca no tiene dueño hace rato. Rodrigo Battaglia viene siendo la rueda de auxilio, aunque está claro que no se siente cómodo; Lautaro di Lollo estuvo a la altura aunque internamente no le ven las cualidades para afianzarse; y Cristian Lema ya dejó de ser opción hace rato.
Aún con ese panorama, el disuelto Consejo no profundizó la búsqueda de un primer marcador central ni a principio de año ni en el último mercado. Las carencias están a la vista, del mismo modo que en la banda derecha, donde no hay un volante (el típico "8") que pueda cumplir la función de hacer el ida y vuelta y romper la defensa rival.
De manera forzada, Russo le encomendó esa tarea a Malcom Braida desde su llegada y quedó expuesto, no solo el jugador al moverse a una posición que no es su hábitat natural (en San Lorenzo lo usó siempre por izquierda) sin éxito alguno, sino también al propio Consejo por no cubrir las necesidades en el mercado de pases.
El uno x uno del plantel de Boca
ARQUEROS
- LEANDRO BREY (22)
- JAVIER GARCÍA (38)
- SERGIO ROMERO (38)
- AGUSTÍN MARCHESÍN (37)
DEFENSORES
- LUIS ADVÍNCULA (35)
- JUAN BARINAGA (24)
- LAUTARO BLANCO (26)
- LUCAS BLONDEL (28)
- AYRTON COSTA (25)
- LAUTARO DI LOLLO (21)
- FRANK FABRA (34)
- NICOLÁS FIGAL (31)
- MATEO MENDÍA (21)
- MARCO PELLEGRINO (22)
- *MARCELO SARACCHI (27)
- *CRISTIAN LEMA (34)
* Fueron marginados del plantel y no son tenidos en cuenta por Russo.
MEDIOCAMPISTAS
- WILLIAMS ALARCÓN (24)
- RODRIGO BATTAGLIA (33)
- TOMÁS BELMONTE (27)
- MALCOM BRAIDA (28)
- MILTON DELGADO (20)
- ANDER HERRERA (35)
- AGUSTÍN MARTEGANI (25)
- IGNACIO MIRAMÓN (22)
- CARLOS PALACIOS (24)
- CAMILO REY DOMENECH (19)
- ALAN VELASCO (22)
- KEVIN ZENÓN (23)
DELANTEROS
- BRIAN AGUIRRE (22)
- EDINSON CAVANI (38)
- MILTON GIMÉNEZ (28)
- LUCAS JANSON (30)
- MIGUEL MERENTIEL (29)
- EXEQUIEL ZEBALLOS (23)
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