La conexión con Maradona, su amistad con Colapinto y el apoyo del Kun Agüero: la historia de Nico Varrone
El oriundo de Ingeniero Maschwitz será piloto titular de la escudería Van Amersfoort Racing en Fórmula 2 a partir de 2026. Se coronó en el Mundial de Resistencia, ganó las 24 Horas de Le Mans y sueña con dar el salto a la F1.

“Colapinto es un manco”, deslizó, entre risas, Nicolas Varrone, mientras ayudaba a su amigo y compañero de equipo en aquel entonces, Franco Colapinto, a preparar su karting para salir a pista. La escena tuvo como escenario el Kartódromo de Zárate, cuando tanto el oriundo de Ingeniero Maschwitz como el de Pilar (casi tres años menor), apenas eran dos adolescentes que anhelaban llegar a la primera plana del automovilismo mundial.
“De chiquitos nos hicimos muy amigos, al nivel que compartíamos mucho tiempo juntos, nos íbamos de vacaciones juntos, él venía a dormir a casa, por ahí yo iba a dormir a la casa de él. Muchísimo tiempo jugando al simulador, muchísimo tiempo en esa época”, reveló Varrone, quien viajó junto a Colapinto a Europa para participar en una prueba de Karting, lo que afianzó aún más su vínculo.
Aunque sus carreras deportivas tomaron rumbos separados, Colapinto se mudó a España para probar suerte en la Fórmula 4 y Varrone se quedó en el país y viajaría un poco después, a los 17 años, al Viejo Continente, ambos persiguen el mismo sueño: correr en la Fórmula 1.
Colapinto lo logró el año pasado, cuando Williams lo eligió para reemplazar a Logan Sargent para las últimas nueve fechas del campeonato. Sus buenas actuaciones a bordo del monoplaza hicieron que Flavio Briatore posará sus ojos en él y lo incorporara a Alpine, escudería con la que corre actualmente. Aunque Varrone aún sueña con esa posibilidad, su momento de brillar en el Gran Circo parece estar cada vez más cerca.
Por lo pronto, el joven de 24 años será el piloto titular de la escudería Van Amersfoort Racing en la temporada 2026 de la Fórmula 2, categoría en la que supo destacarse Colapinto el año pasado antes de dar el salto a la Máxima y que también le ha servido de trampolín a figuras como Charles Leclerc, Oscar Piastri o George Russell.
Pero aunque la pasión de Varrone sean los fierros, se lo puede definir como un verdadero luchador. En un deporte que no sólo requiere habilidad, sino también un abultado presupuesto, el bonaerense supo rebuscarselas y gracias a su talento, actitud y audacia, pudo superar los diversos obstáculos que se le pusieron enfrente.
Su fanatismo por los autos lo acompaña desde la cuna. “Yo me crié en un taller, era todo el tiempo estar con los autos de carrera y de calle. Crecí en ese mundo que ya desde chico me encantaba”, contó en una entrevista con La Nación. Un detalle no menor es que tanto su madre, Sandra, como su padre, Martín, fueron pilotos y se conocieron en una competencia de la categoría Sport Prototipo en los noventa.
Además, su padre es coleccionista de autos (atesoró una limusina perteneciente a Juan Domingo Perón y un vehículo que supo ser piloteado por Juan Manuel Fangio) y en 2003 recibió un mensaje divino cuando le comentaron que “en un gallinero de una casita de campo, arrumbado, está el primer auto de Maradona”.
Martín se dirigió a la localidad bonaerense de Salto para corroborarlo y ahí estaba: un Fiat 128 Europa, cubierto de polvo y con gallinas encima. El mismo que El Diez había comprado en la Navidad de 1982 luego de salir campeón con Boca y que vendería unos años más tarde. “Él sabía que Nicolás corría y había aceptado ponerle la firma en el capot”, dijo Martín, pero a pesar de los intentos para que Diego se reencontrará con su primer vehículo, la cita jamás se concretó.
Varrone se subió por primera vez a un karting a los siete años y desde temprana edad fue consciente de las dificultades económicas que muchas veces lo obligaron a perderse horas de entrenamiento o pasar varios meses sin manejar, lo cual era un claro perjuicio a la hora de salir a pista. Pero él no se achicó: “La mayoría de mi vida estuve en desventaja. Mi viejo me dijo que este es un deporte muy caro, que si yo iba, me la bancaba y no ponía excusas lo íbamos a seguir haciendo, pero si no, nos dedicamos a otra cosa”.

Tras consagrarse en el Karting nacional y tener un fugaz paso por la Fórmula Renault Argentina, Varrone emigró a Europa, donde se coronó en la Fórmula Renault VDV Sports y en 2019 ingresó a la Fórmula 3 Británica, la histórica promocional en la que triunfaron Ayrton Senna, Nelson Piquet, Emerson Fittipaldi, entre tantos otros.
En aquel entonces, Nico ya demostraba su valía y su coraje. Por ejemplo, cuando una noche irrumpió en el mítico circuito de Spa Francorchamps en Bélgica, cortando un alambrado junto a su papá, para caminar el trazado y memorizarlo para el día siguiente. O la vez que logró quedarse con la victoria en esa misma pista, a pesar de haber largado octavo y de cruzar la meta con una goma cortada.
La pandemia le jugó en contra y frenó su desarrollo deportivo. Sin embargo, logró reinventarse en las competencias de Endurance. El 2023 fue su gran año, ya que ganó el Campeonato Mundial de Resistencia de la FIA, las 24 Horas de Le Mans, las 24 Horas de Daytona y las 1000 millas de Sebring.
En diciembre del año pasado, tuvo la chance de probar un monoplaza de F2 por segunda vez (lo había hecho en 2018), y sorprendió a todos cuando, a bordo del auto del piloto paraguayo Joshua Duerksen, marcó el segundo mejor tiempo de la tanda vespertina en el circuito de Abu Dhabi.
En los últimos meses, el ex futbolista Sergio Agüero comenzó a apoyar al piloto argentino y su figura fue clave para articular charlas con nuevos sponsors. Se conocieron en septiembre, cuando el Kun lo contactó para que se incorporará a su equipo de Fórmula S (categoría de streamers), KRÜ Motorsport, en el rol de coach y aconsejara a los participantes.
La alegría, humildad y simpleza del piloto cautivaron al surgido de las inferiores de Independiente, quien decidió comenzar a bancarlo activamente, similar a lo que ocurrió entre Bizarrap y Colapinto. El ídolo del Manchester City se convirtió en una pieza fundamental para obtener el presupuesto necesario para llegar a la F2. De hecho, el último jueves cuando el equipo neerlandés oficializó como nuevo corredor al argentino, el Kun publicó un video junto a él en su Instagram.
Varrone forma parte de la estructura de desarrollo de General Motors, por lo que si su aventura en la F2 es exitosa, se le podría abrir una puerta en el flamante equipo Cadillac, que desembarcará en la F1 a partir de la próxima temporada. Vale la pena recordar que el argentino tiene 12 puntos en su Superlicencia y le faltan 28 para poder estar habilitado para correr en la Máxima.
El argentino tendrá 28 carreras repartidas en 14 Grandes Premios (cada fin de semana hay dos carreras: Sprint y Feature Race) para demostrar todo su talento y forjar los cimientos para un futuro salto a la élite del automovilismo. Su estreno será entre el 6 y el 8 de marzo de 2026 en Melbourne, aunque antes tendrá la oportunidad de encontrarse con un monoplaza en los tests de post temporada de Abu Dhabi en diciembre de este año.








