Franco Colapinto y Eau Rouge, la trampa mortal donde Senna "hablaba con Dios"
El argentino tendrá su primera vez con la F1 arriba de un trazado mítico para la categoría. Y sobre todo, en una curva de las más espectaculares del mundo, a fondo y en subida, que se cobró varias vidas a lo largo de la historia.

Franco Colapinto se encontrará este fin de semana, por primera vez a bordo de un Fórmula 1, para transitar Eau Rouge, una de las mejores y más peligrosas curvas en la historia del campeonato del mundo. Allí, en Spa-Francorchamps, el Gran Premio de Bélgica, Ayrton Senna decía que "hablaba con Dios" cada vez que la pasaba.
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'Agua roja' en francés, por su cercanía con un arroyo rojizo por su riqueza en hierro, existe desde 1939 y es la segunda variante del circuito, a la izquierda, donde empieza la subida. Desemboca inmediatamente en Raidillon, una salida 'a ciegas' a la derecha, y se hace con el pie derecho a fondo con los autos actuales.
La exigencia física allí es de las más altas de todo el calendario de la F1. A velocidades que rondan los 320 km/h, se alcanzan hasta 5G de fuerza gravitatoria. Es decir, cinco veces el peso del propio piloto sobre el cuerpo.

La confesión de Senna no es exagerada. Ante la necesidad de salir rápido para no sufrir en la recta siguiente (Kemmel), el riesgo de un choque grave allí es altísimo. A pesar de la ampliación de las vías de escape en 2022, sigue apuntado como un lugar de riesgo extremo que fue escenario de varios accidentes fatales:
- El alemán Stefan Bellof se mató en 1985 durante una carrera de resistencia (1000km), cuando su Porsche 956 chocó con el de Jacky Ickx, impactó contra el guardrail y se incendió. Con 27 años, tenía todo listo para ser piloto de Ferrari en la F1 al año siguiente.
- Guy Renard (27) perdió la vida en 1990 durante las 24 horas de Spa, en el Europeo de Turismos. De noche, el belga se despistó y otros dos autos lo impactaron. También el francés Sébastien Clouzeau (62) murió en 2013, luego de agonizar dos días tras un accidente en la Fórmula 3 Clásica, en el mismo lugar del circuito.
- El caso reciente más recordado es el de Anthoine Hubert (22), el piloto francés de Fórmula 2 -muy cercano a Pierre Gasly- fallecido en 2019. Luego de irse afuera en el intento de esquivar otro accidente, quedó cruzado en la pista tras golpear contra las contenciones y fue embestido a velocidad plena por el ecuatoriano Juan Manuel Correa. Su monoplaza se partió en dos.
- Y el último choque fatal fue el de Dilano van't Hoff (18), quien en 2023, durante una carrera bajo la lluvia de la Fórmula Regional Europea by Alpine, fue impactado a la salida de Raidillon, de forma similar al choque de Hubert.

Además, en Eau Rouge perdieron la vida los motociclistas Henri Hanssen, Jan ter Maat y Adrien Nicolas. Y Spa-Francorchamps cuenta con la triste cifra de 49 pilotos fallecidos a lo largo de todo el trazado, lo que lo pone entre los autódromos con más muertes del mundo.
Colapinto ya estuvo arriba de Eau Rouge en otras categorías. Tiene un buen historial en Spa, con dos victorias en la Fórmula Renault europea (2019 y 2020). También corrió allí en su paso por el WEC (abandonó en las 6h de 2021), cuatro veces con la F3 (un 5° puesto en 2023) y dos carreras de F2 en 2024 (primero fue 8° y abandonó en la segunda carrera).

Pero está claro que como la F1 no hay. Y el argentino se mostró ansioso por hacer la, según él mismo, “curva más conocida del mundo del automovilismo” con el Alpine. “Lo que sentimos al pasar por ahí es increíble”, afirmó. Después de no poder ni largar en Silverstone, llegó la revancha.
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