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La iniciativa de la que participó De Cecco y en la que se vetó el celular: “Quiero formar chicos que se diviertan”

El armador que fue medallista de bronce en los Juegos Olímpicos de Tokio 2021 con la Selección Argentina dio un campus durante dos fines de semana y charló con zeapp.site sobre esas jornadas, su presente y lo que vendrá.

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Por Fernando Bajo
Luciano De Cecco

El repiqueteo de las pelotas sobre el parqué sumado al golpe seco de quienes recepcionan le ponen sonido al ambiente. Decenas de pelotas vuelan por el aire durante varios minutos y padres y madres observan mientras disfrutan de algún que otro mate. Filman, sacan fotos y charlan entre sí. En la cancha, con sus 194 centímetros, Luciano De Cecco se destaca sobre el resto y no solo por su altura, sino porque es la gran estrella por la que más de cien chicos y chicas de distintas edades se acercaron al Estadio Multideportivo de Ferro para ser parte de un campus.

“Tratar de acercar a los chicos al deporte y de acercarme yo con el deporte al lugar del que me fui cuando era muy chico. Intentar que ellos, que nos ven por la tele, puedan vivir una experiencia diferente y también los padres porque hubo charlas para ellos y para toda la gente que quiso venir. En definitiva, ayudar a que los chicos y chicas se acerquen a este deporte que tanto me dio”, le cuenta De Cecco a zeapp.site sentado sobre un banco al costado del campo de juego mientras equipos de chicos y chicas entran en calor bajo la supervisión de otras caras conocidas del vóley, como Daiana la Bomba López, jugadora de Boca y Las Panteras, y Bianca Farriol, quien además de defender la camiseta de Helvia Recina Macerata, también lo hace en el seleccionado nacional.

El campus que organizó KM Camps con el sponsoreo de Prevención Salud no solo se realizó el sábado pasado cuando Zeapp Sports visitó Ferro, sino que se repitió el domingo y también se había realizado el fin de semana anterior, pero en ese caso el lugar de encuentro fue el Centro Galicia. Pese a la gran concurrencia que tuvo el evento a lo largo de cada jornada, De Cecco aclara:Este no es un campus de reclutamiento, es diferente. Ojalá algún entrenador vea a algún chico acá y diga: ‘Uy, este me interesa y lo puedo llamar’. Pero la idea es que sea pura y exclusivamente recreativo, que ellos se diviertan y se lleven una experiencia diferente.

Dejando de lado los aspectos técnicos y más vinculados a lo deportivo, ¿en qué hacen hincapié?

— En la diversión, en el respeto por los entrenadores, por los compañeros. Tanto en este campus como en el otro prohibimos los celulares y el uso de tecnología, no hay nada, es un momento dedicado exclusivamente al deporte para que se conozcan entre ellos, que tengan una experiencia diferente y a lo que estamos normalmente habituados nosotros. No quiero formar talentos, quiero formar chicos y chicas que se diviertan.

No es la primera vez que resaltás la formación de los jóvenes en el deporte, ¿pensás continuar ligado a esto una vez que te retires?

—Si el tiempo me lo permite, me encantaría seguir. Hoy no lo sé. Todavía soy profesional, entonces es muy difícil programar algo que uno no sabe cuándo va a pasar, pero sí me gustaría ayudar a la empresa, ayudar a conseguir jugadores para otro deporte y voy a tratar que esto sea algo habitual y no un evento que pasa una sola vez y se termina.

¿Por qué decidieron incluir a los padres dentro de esta iniciativa y cuál es el mensaje que van a abordar?

—Mi papá vino porque va a dar una charla de padre de jugador a padre de posibles futuros jugadores y va a estar vinculada a eso: a la aceptación, a cómo vivir la derrota, cómo apoyar al chico y desde qué lugar. Obviamente muchas veces yo no me pongo en esa posición porque no soy papá, entonces no puedo decirles a los padres lo que tienen que hacer porque no lo soy, pero sí destinamos un tiempo a ellos. También habrá charlas con los chicos para instruirlos y que puedan llevarse algo positivo desde distintos aspectos.

Algunas de las actividades de la que participaron los padres y madres

Algunas de las actividades de la que participaron los padres y madres

Si bien el diálogo con los padres Luciano se lo dejó a Ricardo, su papá y quien fue exjugador de básquet y también entrenador, de lo que sí se encargó De Cecco hijo es de lo que sabe, de vóley, y en una época en la que los conocimientos se miden con logros él tiene con qué argumentarlos porque además de la medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Tokio 2021 consiguió una dorada en los Panamericanos 2015 y en el Campeonato Sudamericano 2023, entre otros títulos a nivel clubes.

Pero para uno de los mejores armadores de la historia del vóley argentino, la escalera hacia la cima no fue sencilla de subir porque encontró este deporte como una vía para ser profesional recién cuando tenía 15 años. En aquel momento fue captado por Ciudad Bolívar, luego de haber tenido una experiencia frustrada en el básquet con la camiseta de Ben Hur, no en el aspecto deportivo, sino por el desarraigo: vivió durante 11 meses lejos de su familia, extrañaba y los resultados escolares se contraponían con los deportivos. Por eso regresó a su casa, pero para que siguiera jugando al básquet en Gimnasia de Santa Fe, el club debía volver a poner el dinero que había invertido la institución rafaelina en él y la consecuencia fue meses sin practicar deporte. De Cecco no aguantó y cambió de pelota. Se mudó a Bolívar y el aprendizaje que había tenido en Rafaela le sirvió para no repetirlo. Lo que vino después en el vóley es un camino conocido.

¿Valió la pena el esfuerzo y el recorrido que hiciste para llegar a donde estás hoy?

—Todo ese sacrificio, que valga la pena o no, depende de cada uno porque es un aprendizaje continuo, es un desarraigo que en parte es buscado. Es como cuando uno viene a estudiar a Buenos Aires desde el interior del país. Es una búsqueda para demostrar que se puede, que se quiere recibir, que quiere estudiar, que puede hacerlo en un lugar diferente. Yo fui un privilegiado de poder jugar en la selección, disputar Juegos Olímpicos, cinco Mundiales, Sudamericanos, pero no le voy a enseñar eso a los chicos porque capaz que el uno por ciento de acá llega a ser profesional, nada más. De mi parte, estoy contento porque busqué lo que quise ser y no pensé que iba a llegar a esto.

De Cecco
De Cecco es el tercer jugador en la historia que disputó cinco Mundiales, ya que estuvo en Japón 2006, Italia 2010, Polonia 2014, Italia-Bulgaria 2018 y Polonia-Eslovenia 2022. Los otros son Javier Weber y el checo Josef Musil.

Hace un tiempo dijiste que el éxito es aprender a perder, ¿cómo se consigue eso siendo deportista de alto rendimiento en el que viven preparándose para ganar?

—Entrenando, tratando que una derrota no te haga sufrir, sino que sea una autocrítica constructiva para ganar el día de mañana. También aprender de los errores y saber que si hoy perdí, al otro día tengo que trabajar el doble. Hay que partir de la base de que vamos a perder más de lo que vamos a ganar.

Tanto este fin de semana como el anterior hubo muy buena participación de jóvenes, ¿cómo ves la evolución del vóley estos años?

—Creo que en general hay más chicos jugando al vóley que años atrás. Las selecciones base durante mucho tiempo fueron top tres a nivel mundial y este año hay Mundiales juveniles, así que veremos dónde estamos parados, pero hay muchos jóvenes federados, otros que se van a jugar afuera. Creo que después de la medalla olímpica hubo un boom, pero también me parece que Las Panteras hicieron un buen laburo porque juegan mucho más en Argentina que nosotros, llenan los estadios, entonces ellas posiblemente contribuyeron mucho más que nosotros para que cada vez se sumen más chicas y chicos.

Una última imagen muestra el espíritu del campus: una chica, que rondará los 15 años, remata en medio de un partido y la pelota termina en la red. De Cecco interrumpe el juego y le arma para un nuevo remate. El intento vuelve a ser fallido. Por tercera vez, el santafesino tira la pelota para arriba y el remate, esta vez, cruza la red. De Cecco gira y le choca los cinco. Algunos de los presentes esbozan una pequeña risa cómplice. El partido continúa con normalidad y ese gesto (o uno similar) se repetirá varias veces minutos después.

La salud mental, un tema tabú del que De Cecco se animó a hablar

A mediados de 2024, en una charla con Juan Pablo Varsky, De Cecco reveló que había atravesado un estrés postraumático derivado en depresión luego de los Juegos Olímpicos de Tokio 2021. Durante ocho meses atravesó en silencio el momento más complejo de su vida y tuvo pensamientos suicidas. Hasta me compré unas pastillas por si acaso. Llegué a tocar el punto más bajo.Yo soy parte de los que no hablan (sobre salud mental) y está mal”, dijo en aquel entonces.

Para superar ese momento, el armador de 37 años que esta temporada dejó Módena de Italia en mayo para jugar con Ferro el Torneo Metropolitano de División de Honor encontró un auxilio en charlas anónimas a través de Zoom.Creo que es muy difícil acompañar a alguien que atraviesa un problema así porque probablemente nadie se da cuenta de lo que está atravesando. Entonces, es importante que traten de buscar ayuda. Los entrenadores o formadores no son psicólogos y por más que le pregunten a un jugador si está bien o mal, seguramente esa persona no lo va a contar tan fácilmente. A mí me costó mucho -concluye-. A la persona que sufre le digo que trate de buscar ayuda”.

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