Sinner y una Copa de Maestros que cierra un año polémico
Sinner y una Copa de Maestros que cierra un año polémico

Redacción deportes, 16 nov (EFE).- Jannik Sinner reafirmó este domingo su dominio absoluto en las pistas rápidas bajo techo, con una victoria ante el español Carlos Alcaraz en una Copa de Maestros en la que no pierde un solo set desde la final de 2023 y que supuso, además, una guinda para cerrar el año más polémico de su carrera.
El dominio de Sinner en pista dura bajo techo es incontestable. El campeón de dos grandes este año, en Australia y en Wimbledon, no pierde en esta circunstancia desde hace 31 partidos. Fue precisamente en el mismo torneo, el pasado 14 de noviembre de 2023, en la final que perdió ante el serbio Novak Djokovic.
Desde entonces, suma 31 victorias seguidas. La quinta mejor racha de la historia en cemento bajo techo desde la Era Open, habiendo superado los 29 duelos consecutivos del suizo Roger Federer.
Más bestial es su registro, en concreto, en Turín, en la Copa de Maestros que ganó por dos veces consecutivas. Todas ellas sin ceder una sola derrota. Sin ceder un solo set. En esta última, solo Alcaraz le arrebató un saque. Fue el único en conseguirlo. En el primer servicio de la segunda manga que después Sinner consiguió dar la vuelta.
Es el noveno jugador capaz de repetir como campeón de las Finales ATP. Djokovic es el que más ganó, un total de 7.
La Copa de Maestros, la guinda a un año polémico
Cerró por todo lo alto su temporada Sinner. Celebró en su casa, ante su gente, otro título. El que reúne a las mejores raquetas del circuito. No competirá en la Copa Davis, torneo que también ha levantado en dos ocasiones. Lo justificó como un descanso para preparar bien la próxima temporada.
Su decisión generó polémica en Italia. Ya olvidada tras su reciente triunfo. Pero no tanta como la que hubo a nivel mundial por su acuerdo con la Asociación Mundial Antidopaje (AMA) para cumplir una suspensión de 3 meses tras haber dado positivo en clostebol.
En Indian Wells 2024, en el mes de marzo, Sinner dio positivo en clostebol por culpa de un masaje que le dio su fisio sin guantes mientras este se curaba una herida con un producto que contenía la sustancia prohibida.
El positivo se mantuvo oculto hasta que, 5 meses después, en agosto, la Agencia Internacional de Integridad del Tenis (ITIA) y el equipo de Sinner hicieron público que el resultado del control y que no iba a haber sanción al considerar al jugador inocente.
En ese momento empezó su pesadilla, que se alargó 9 meses. Desde que se conoció su positivo, la polémica copó toda su vida. Compañeros, periodistas, redes sociales... todo el mundo habló del positivo de Sinner y, sobre todo, de la gestión por parte de las autoridades sancionadoras en este sentido, del privilegio de haberlo mantenido oculto cuando con otros tenistas se procedía a la suspensión cautelar.
Poco después de conocerse el positivo, y pese a que parecía todo cerrado con la decisión de la ITIA, la AMA recurrió y reabrió el caso, pidiendo poco después entre 1 y 2 años de sanción antes de llegar a un acuerdo que no satisfizo a todo el mundo.
Pese a que en la sentencia figura la no intencionalidad del tenista y que la mínima cantidad encontrada en su organismo no benefició su condición física, fue su responsabilidad sobre los actos de su equipo lo que condicionó la investigación y sanción.
Jannik Sinner dio desde marzo de 2024 muestras de estar preocupado por algo. No jugó en Roma. Tampoco en los Juegos Olímpicos. Aunque se desquitó en Estados Unidos, el primer torneo que disputó "liberado", tras haberse hecho pública en ese momento su inocencia por la ITIA.
Que después la AMA reabriera el caso volvió a condicionar el estado anímico del italiano, que pese a ser campeón de la Davis y de la Copa de Maestros, en un noviembre mágico para el tenis italiano, pensó en dejarlo todo cuando llegó al acuerdo de sanción.
"Sí", respondió a la pregunta sobre si pensó en la retirada en una entrevista con la RAI. "En Australia ya no me sentía cómodo. El año pasado fue sin duda muy estresante", añadió el campeón del abierto australiano en enero.
"Al principio, la situación en la que me encontraba fue un poco extraña, y también fuera del campo sucedieron cosas que no me esperaba", dijo. La realidad es que Sinner, pese al acuerdo, nunca consideró justa la sanción.
El acuerdo, eso sí, le permitió volver al ruedo sin perderse un solo Grand Slam y en un entorno protegido, justo en el Masters 1.000 de Roma. Algo que aumentó aún más la críticas de detractores como el australiano Nick Kyrgios.
Desde ese momento, perdió la final de Roma ante Alcaraz. Después, la final de Roland Garros ante el murciano otra vez, en una derrota especialmente dolorosa para él porque le levantó tres bolas de partido. Se recompuso a lo grande, con venganza ante el español en Wimbledon. Perdió después en Cincinatti y en Estados Unidos ante Alcaraz, de nuevo. Pero llegó a tiempo para pelear por el número 1 en Turín.
No lo consiguió. Alcaraz tenía ventaja y la aprovechó. Pero se quedó con algo casi igual de importante. Una Copa de Maestros que cerró un año extraño para él. Y aunque la polémica le perseguirá toda su carrera, se sobrepuso en el año más complicado de su vida con dos grandes y el trofeo final de campaña.






