Argentina lo tomó con seriedad, pero no hubo ninguna equivalencia
El campeón del mundo goleó lógicamente a un rival muy menor. ¿Lo positivo? El acople de los nuevos.

Al partido lo definieron muchos pequeños momentos. Quizás más que ninguno, el del final, con todo Puerto Rico acercándose a pedir el cambio de camisetas. Es que para ellos fue todo un acontecimiento jugar contra el campeón del mundo.
Para Argentina, en cambio, este amistoso no fue más que un designio de la organización para completar la fecha FIFA, sin ninguna equivalencia. Pero aún así, tenía que afrontarlo con la mayor seriedad posible y lo hizo. El resultado lo demuestra.
Si bien por momentos en este tipo de partidos es imposible que el juego no se achate, la Selección sacó provecho de algunas individualidades. Por ejemplo en los centrales, con Balerdi y el buen estreno de Rivero. O Montiel, volcado netamente a la ofensiva. Hubo también un buen ingreso de Aníbal Moreno.
Se le negó el gol a Messi, que lo buscó de diversas formas aunque estuvo participativo. También al Flaco López, que se fue sin festejo pero con el recuerdo inolvidable de haber empezado a jugar con la celeste y blanca. Empezado, sí: no creo que haya sido solo el debut.
Fueron seis, diferencia lógica más que justa. Hubiésemos dicho lo mismo si eran siete, ocho o hasta nueve. Pero lo que más puede rescatarse de esta gira no son solamente los amistosos en sí -sobre todo este último-, sino la mezcla. Ver cómo se desenvuelven jugadores nuevos con aquellos del elenco fijo del seleccionado.
Argentina 6 - 0 Puerto Rico | Amistoso Internacional


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