La historia de Lautaro Rivero: de vender alfajores en la calle a ser convocado sorpresa de la Selección Argentina
El zaguero fue repatriado meses atrás por Gallardo tras un gran primer semestre en Central Córdoba, se afianzó en el fondo millonario y ahora estará considerado para la fecha FIFA de octubre.

Salió la lista de la Selección Argentina para la próxima fecha FIFA, en la que disputará amistosos frente a Venezuela y Puerto Rico, y Lionel Scaloni sorprendió a todos al incluir varios nombres que no estaban en la mente de los hinchas. Uno de ellos es el de Lautaro Rivero, quien tiene un presente soñado en River y un pasado de esfuerzo y trabajo en la calle que merece ser contado.
El zaguero zurdo, por el que el Millonario ejecutó la cláusula de repesca meses atrás para que disputara el Mundial de Clubes, tuvo una infancia dura, que lo llevó a vender alfajores en la vía pública hasta pocos años antes de debutar en Primera para poder llevar algo de plata a su casa.
Criado junto a sus cinco hermanos, sus inicios en el fútbol fueron en el club Los Halcones, que quedaba a pocas cuadras de su casa en su Moreno natal. Además, jugaba en los potreros del barrio junto a sus amigos. Luego tuvo un pasos por Villa Luro Norte y La Victoria, antes de arribar al Millonario con 14 años. "Somos muy humildes y sacrificados; lo primero que quiero es que mi familia esté mejor y pueda tener todo lo que se merecen. Quiero verla bien a mi mamá, a mi papá y mis hermanos. Gracias a ellos estoy acá, luchando día a día. Tuve muchas cosas difíciles que superar y por ellos estoy a pleno", declaró en una entrevista con la web oficial de River en 2022.
Empezó como volante por izquierda, pero su buen porte y su perfil (zurdo de 1,85m) lo retrasaron hasta el centro de la defensa. Allí comenzó a destacarse, a tal punto que portó la cinta de capitán en muchas de las categorías inferiores. En 2021 fue promovido a Reserva, donde comenzó un período de adaptación alternando con participaciones en Cuarta. A fines de 2023, cuando estaba a punto de quedar libre, firmó su primer contrato profesional.
Al año siguiente, ya asentado como pilar de la defensa en Tercera, Martín Demichelis lo incluyó en la lista de buena fe para la Copa Libertadores. Más allá de ser considerado por el DT, la cantidad y calidad de los futbolistas que tenía el plantel profesional en esa posición lo mantenía relegado. Por eso, decidió partir a Central Córdoba en busca de oportunidades.

Rivero debutó en Primera el 2 de junio del año pasado, en la derrota por 4 a 2 del Ferroviario ante Talleres, cuando Lucas González Vélez aún era el entrenador. Con el colombiano en el banco fue titular en casi todos los partidos, pero cuando arribó Omar De Felippe se vio relegado, a tal punto que quedó afuera de la convocatoria en varios encuentros, entre ellos la final de la Copa Argentina ante Estudiantes.
La partida de Sebastián Valdez a Independiente y de Jonathan Rak a Barracas Central le abrió la puerta al joven oriundo de Moreno, que se asentó como ladero de Lucas Abascia, uno de los pocos supervivientes del plantel campeón.
En este 2025 se destacó como uno de los mejores centrales del fútbol argentino, con actuaciones formidables como la del Maracaná ante Flamengo, donde se erigió como una de las figuras del equipo en la histórica victoria de Central Córdoba por 2 a 1.
Se fue del Ferroviario con 30 partidos en su espalda, en los que anotó dos goles (Barracas Central y Belgrano) y repartió una asistencia. Además, disputó los 90 minutos en los seis encuentros del conjunto santiagueño en la Copa Libertadores.

Lejos de sufrir la presión de jugar en el Monumental y ser dirigido por el Muñeco, Rivero fue ganando terreno con la banda roja hasta que convertirse en uno de los caudillos del fondo de River. Sin ir más lejos, en la tarde del jueves se lució con un verdadero partidazo frente a Racing por la Copa Argentina y anuló completamente al siempre peligroso Adrián Maravilla Martínez. El hincha le viene reconociendo desde hace varias jornadas el esfuerzo constante y la sangre caliente a la hora de marcar y no dar una pelota por perdida.
Ahora, todos los sacrificios que hizo tanto dentro como fuera de la cancha parecen valer la pena, ya que el cuerpo técnico de Scaloni le hizo sonar el teléfono y lo convocó a la Mayor para esta serie de amistosos en Estados Unidos. Aquel chico que hace pocos años atrás vendía alfajores en los semáforos, en los príximos días compartirá plantel con Lionel Messi y el resto de los campeones del mundo.


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