En medio de la euforia ante Vélez, el hincha de Racing pidió más: "El domingo tenemos que ganar"
A medida que se cocinaba el triunfo de La Academia, la gente se fue cebando en el Cilindro y terminó con un pedido unánime: superar a Independiente en el clásico. Cómo fue mutando el clima en Avellaneda.

Racing quedó en estado de éxtasis después de la victoria ante Vélez que lo puso en semifinales de la Copa Libertadores después de 28 años. Los grandes pasajes de juego del conjunto de Gustavo Costas, sobre todo en el primer tiempo, y el amasado de una victoria que terminó siendo trabajosa pese a su superioridad marcó el pulso del público e hizo ir de menos a más los ánimos hasta un final a pura ilusión en el que se pidió por la Copa Libertadores... y el más cercano pero igual de gravitante clásico de Avellaneda.
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Ya desde la previa se vivió lo esperable: locura desatada por Maravilla Martínez y Gustavo Costas a la hora de ser mencionados por la voz del estadio y silbidos para la visita, acaparados casi todos por la figura de Guillermo Barros Schelotto. La primera ovación durante el juego se la llevó Juan Nardoni cuando debió salir lesionado prematuramente: todo el estadio coreó su nombre.
Luego, el nerviosismo respecto al trámite escaló a medida que se agrandaba Tomás Marchiori atragantando el grito local una y otra vez, cargando con muestras de fastidio crecientes contra el árbitro ante cada fallo. Finalmente, Santiago Solari logró doblegar al Fortín y soltó la rienda de la gente, que entonces sí se subió con todo al tren de la ilusión.
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En esa vorágine de emociones, el orden temporal primó por sobre la esperanza de llegar a la cima de América. Se mencionó el sueño de ganar la Copa Libertadores, sí, pero los cantos contra Independiente se multiplicaron: "... El domingo, al Rojo lo c...", o "el domingo, cueste lo que cueste, el domingo tenemos que ganar", fueron los hits que despidieron al equipo.
En efecto, lo que se le viene a La Academia por un Torneo Clausura que lo mantiene afuera de la zona de clasificación a octavos es el derby en el Cilindro, ante un Rojo hundido en la otra zona que se la jugará con el debut en el banco de Gustavo Quinteros. Luego, el próximo jueves, se le vendrá otra parada bravísima y morbosa: el cruce de cuartos de Copa Argentina frente a un River que causa escozor en La Academia tras llevarse a Maximiliano Salas. Al respecto, no hubo alusión alguna en la gente: el paso a paso, siempre presente en el espíritu de Racing.
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