El Racing de los milagros: las veces que tuvo la fe como motor
El equipo dirigido por Costas atravesó varios momentos en los que la convicción espiritual jugó un papel importante.

El triunfo agónico de Racing por 3-2 ante River no solo lo clasificó a cuartos del Torneo Clausura 2025, sino que también tuvo un componente espiritual que varios protagonistas no dudaron en remarcar. Duván Vergara, Gustavo Costas y Adrián “Maravilla” Martínez coincidieron en que la fe jugó un papel decisivo en momentos de la campaña.
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Vergara, que llegaba con un fuerte traumatismo en el peroné derecho y había sido duda hasta último momento para el encuentro frente al Millonario, reveló que decidió entrar a la cancha sin que nadie lo llamara. "Hace el gol Juanfer, un golazo, como que se me eriza la piel, como que siento un fuego, yo no soy así. Será la unción de Dios, no sé. Fui, me puse la camiseta, las espinilleras y le dije: 'Gustavo, méteme que voy a entrar'", relató en diálogo con ESPN. Su ingreso terminó siendo clave: asistió a Adrián "Toto" Fernández en el 2-2 parcial y cambió la energía del equipo cuando más lo necesitaba.

Costas confirmó que no tenía planeado incluirlo en ese momento y también puso la mirada en el costado espiritual tras el triunfo. Además, se lo vio en varias ocasiones besando un rosario en el banco de suplentes y, luego del partido, destacó el esfuerzo físico de un plantel golpeado por las lesiones. “A Santi Sosa hay que hacerle diez estatuas. Duván, Nardoni, Martirena, que jugó con el tobillo hinchadísimo… Dios los premió”, expresó el entrenador.
La mística que rodea a la Academia no es nueva. En septiembre, durante el clásico frente a Independiente que terminó 0-0, Maravilla Martínez sorprendió al jugar pese a una fisura y un edema óseo que lo dejaban prácticamente descartado. Contra los pronósticos y los informes médicos, el delantero decidió estar desde el inicio y explicó su decisión con la misma convicción que marcó las últimas semanas del plantel: “La rodilla se sanó y aunque el estudio dice que estoy fisurado, siento que estoy sano. Le creí a Dios y ya está”.
Más allá de las connotaciones espirituales, los casos de Vergara y Martínez exponen otro rasgo del equipo de Avellaneda: la predisposición del plantel para competir aun en condiciones adversas. Entre jugadores que arrastraban lesiones, decisiones inesperadas y rendimientos decisivos en momentos puntuales, Racing logró sostenerse y encontrar respuestas dentro de la cancha. En la próxima instancia, enfrentará al ganador del cruce entre Lanús y Tigre, que se disputará este miércoles.





