Por qué Rojo no quiso volver a Estudiantes
El central se desvinculó de Boca y terminó en Racing. Habló con Juan Sebastián Verón, presidente del Pincha, para motorizar su retorno: no hizo lo que se le pidió y, como siempre, la guita pudo más.
La novela de Marcos Rojo a Estudiantes llegó a su fin el viernes, pero las esquirlas todavía quedan. Su arribo a Racing, con previa desvinculación traumática de Boca, fue la confirmación de algo que se sabía entre las sombras: nunca quiso volver o, al menos, no de la manera que él mismo le confirmó por teléfono a Juan Sebastián Verón, presidente del Pincha, como también el "ya saben cuál es mi deseo" en diálogo con Cielo Sports.
El pedido de la Brujita era simple: pedirle perdón al hincha por las faltas de respeto constantes y resignar dinero -no había chance que cobrara la millonada que percibía en el Xeneize-. A la segunda de las solicitudes parecía estar dispuesto, pero nunca estuvo cerca de cumplir la primera. Quiso hacerse amigo del simpatizante pincharrata poniendo una foto para los 120 años, pero no alcanzó ni alcanzará.
Lejos quedó la sencillez que tenía cuando de pibe transitaba por el barrio humilde El Triunfo, donde creció. Don Tití Rojo, padre de Marcos, se las rebuscaba vendiendo churros, bolas de fraile y hasta flores en la misma bicicleta que llevaba a su hijo a entrenar dentro de un canasto, mientras Karina, madre del defensor, se encargaba de las tareas de la casa. Estudiantes fue su casa, su contención, lo que le dio todo lo que hoy tiene.
La vuelta de Rojo a Estudiantes frente a Defensa y Justicia
¿Y por qué uno puede afirmar que la sencillez no existe más? Porque a Estudiantes, entre otras cosas, no regresó por guita. "Nos querían pagar dos pesos", dejaron entrever desde el entorno de Rojo. Lo cierto es que el Pincha le ofrecía un contrato inicial con sueldo de "un jugador de Reserva". Si está bien o mal la propuesta, se lo dejo al lector.
Marquitos se mandó las suyas contra Estudiantes, pasó de héroe a villano en un año. Fue recibido con una gran ovación en 2020, cuando volvió desde Manchester United. "Algún día lo prometí y hoy estoy acá con ustedes. No tengo palabras para decirles lo agradecido que estoy. Soy el hombre más feliz del mundo", declaró entre lágrimas en UNO.
En su redebut dio una asistencia en la derrota del Pincha ante Defensa y Justicia. Y no volvió a jugar: primero una lesión lo alejó de las canchas y luego llegó la pandemia de Covid-19, que frenó el fútbol. Tuvo que regresar a Inglaterra y, a los meses, aceptó la oferta de Boca y provocó el enojo de los hinchas aunque Verón salió a bancarlo. Los chiflidos en su primera visita a UNO con público se hicieron notar. "A ellos les habrá dolido, entiendo que piensen que los traicioné o lo que sea, pero es fútbol y ya va a pasar. Saben que yo quiero a Estudiantes", aseguró.
Así fue el primer día de Marcos Rojo en Racing
Hoy sonríe en Racing, con un contrato por productividad. Su única producción será en la Libertadores y la Copa Argentina, porque no podrá jugar en el Torneo Clausura. Habrá que ver cuánto podrá recaudar.
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