Platense y Huracán, de finalistas del Apertura a entrar en crisis en el Clausura
El Calamar está fuera de los clasificados en la Zona B y el Globo acumuló dos derrotas, dos empates y tan solo una victoria en las fechas recientes.

El contraste es notorio. Apenas unos meses después de haber sido finalistas del Torneo Apertura, Platense y Huracán atraviesan un presente muy distinto en el Clausura: el Calamar, vigente campeón, se encuentra antepenúltimo en la Zona B con 11 puntos. Mientras que el Globo se posiciona octavo con 16 unidades y resultados que no conforman: en las últimas cinco fechas acumuló dos derrotas, dos empates y una victoria.
El conjunto de Vicente López está fuera de los ocho primeros puestos y su nivel preocupa. Viene de empatar ante Riestra, que jugó todo un tiempo con uno menos, y el rendimiento generó bronca entre los hinchas, que despidieron al equipo con silbidos.

Luego del partido, el entrenador Cristian Kily González expresó su malestar por las críticas al plantel: “Son los mismos jugadores que marcaron la única estrella que tiene el club. No me gustó que los insultaran”. También, Guido Mainero salió a respaldar al grupo y pidió apoyo en el tramo difícil de la competencia, recordando que el equipo viene de lograr un hito histórico con la final anterior.
Por otro lado, a los de Parque Patricios les cuesta ganar y pelean por mantenerse entre los clasificados a los playoffs. Este lunes el plantel retomó los entrenamientos y Frank Kudelka se reunió con los dirigentes para analizar la situación. Por ahora, seguirá al menos un partido más, cuando el Globo reciba a Central Córdoba.

Desde el entorno del técnico niegan que haya puesto su renuncia a disposición si se le abonaba el contrato hasta diciembre. Su vínculo con el club vence en marzo de 2026, y su continuidad se sostiene más por la decisión dirigencial que por el rendimiento.
Si bien Huracán todavía se mantiene entre los clasificados y depende de sí mismo para avanzar a los playoffs, Platense necesita una reacción urgente para no cerrar el año envuelto en una crisis. Dos realidades distintas dentro de una misma sensación: la de no poder repetir el nivel que los llevó a ser protagonistas en el Apertura.
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