Guillermo Barros Schelotto y su teoría sobre el bajón de Vélez: "Quizás inconscientemente nos relajamos"
Contra Gimnasia, el Fortín perdió el tercero de sus últimos cuatro partidos y, a pesar de contar hace rato con el boleto a playoffs, rifa su ubicación final en el Grupo B. El DT ensayó una explicación y, además, esbozó una sonrisa al hablar de su hijo Nicolás, que le ganó el duelo familiar desde el campo.

Guillermo Barros Schelotto volvió a pisar El Bosque, recibió todo el amor de Gimnasia y asistió en primera fila a otra gran actuación de su hijo Nicolás, que ilusiona al Lobo en apenas su tercer partido en Primera. Todo sería perfecto para él si no fuera porque el Vélez al que conduce sigue en crisis futbolística y de resultados: tras lograr este año los objetivos de consagrarse en las dos copas satélites de la Liga Profesional, zafar del descenso, hacer cuartos de Copa Libertadores y asegurar boleto a octavos del Torneo Clausura, el equipo se perdió en el campo y, por ejemplo, este lunes fue una sombra.
Las tres derrotas en sus últimas cuatro presentaciones llevaron al DT a responder sobre el sensible momento y, en su afán de quitarle dramatismo, reconoció cierto aburguesamiento, algo nunca bien visto en los niveles de exigencia para un equipo protagonista y sin mayores complicaciones -por ejemplo, su verdugo de hoy venía sin entrenarse por una importante deuda con el plantel-.
"Lamentablemente hoy nos tocó perder, punto. Quizás al haber entrado a los Playoffs, inconscientemente, nos relajamos y dejamos pasar la oportunidad de poder terminar más arriba y poder definir más partidos de local", soltó el Mellizo intentando explicar el preocupante nivel del equipo.
Acerca de la formación elegida para esta tarde, el entrenador expuso: "La idea siempre es poner un equipo que nos pueda representar y ganar el partido. Tenemos un plantel amplio más allá de algunas lesiones específicas, como la de los centrales (Emanuel Mammana y Lisandro Magallán)". También, defendió la inclusión de Diego Valdés durante los 90 minutos: "Es un jugador al que lo obligamos a buscar y le permitimos equivocarse. Cuando acierte es una jugada de gol".
La sonrisa por su hijo Nicolás y el cariño del Lobo
"Es algo muy lindo que le toca vivir a él, un sueño. Es mi hijo y le tocó cumplir su sueño de jugar en El Bosque hoy, por primera vez, contra mí. Obviamente como padre me pone muy contento lo que él está viviendo pero en este momento no tengo sinceramente la tranquilidad de poder hablar de la felicidad que me genera a mí o a la familia, o el recibimiento que tuve hoy de la gente o el aplauso, que muchas veces es más claro y directo que cualquier otro grito; hoy la verdad que Gimnasia me ha recibido muy bien", repasó sin poder ocultar su satisfacción personal pese al mal trago profesional.





