Fernando Martínez y un gol para Central Córdoba que fue una caricia al alma
El triunfo contra Huracán tuvo una dedicatoria especial. El festejo de Fernando Martínez le sacó una sonrisa a su familia, quienes habían vivido días complicados. La letra “P” que formó con sus manos fue un mensaje para Pedrito, su sobrino.
El fútbol es la válvula de escape perfecta para canalizar las emociones y desahogarse cuando más se lo necesita. Por desgracia, la familia de Fernando Martínez lo comprobó. En los días previos al triunfo de Central Córdoba contra Huracán, vivieron momentos muy complicados. Hay noticias que golpean duro y la de Pedrito los había dejado devastados. “Mi sobrino está internado en terapia intensiva”, tiró a la salida del Ducó Fernando. Tratando de explicar el emotivo festejo de su primer gol con la camiseta del Ferroviario, que tuvo dedicatoria especial.
Al formar la letra 'P' con sus dedos, el jugador envió un abrazo a la distancia. Demostrando que estaba enfocado en el partido contra el Globito, pero que su corazón latía lejos del césped. Una alegría inesperada en medio de un momento muy difícil, un gesto que movilizó a que todo el plantel del Ferro le brindara su apoyo ante esta compleja situación. “Hizo un gol el negro, contento por eso”, explicaba Matías Perelló, el de las asistencias dentro y fuera de la cancha. “Me tiró un buen centro, ya hablamos. Algo vamos a arreglar”, reconoce y agradece Martínez.
Fernando Martínez explicó su festejo contra Huracán
Así fue el gol de Fernando Martínez para Central Córdoba ante Huracán
Desde su regreso al Oeste, tuvo que pelearla por una oportunidad. Se reincorporó justo para la recta final de la Copa Argentina, grabando su nombre en algunos capítulos de esa historia. Fue el autor del gol Temperley que terminó desencadenando la eliminación de River. Lo que le permitió sumarse al plantel de Omar De Felippe y, finalmente, levantar el trofeo. Ese fue solo el principio: luego llegaron las hazañas internacionales, celebrando el triunfo en el Maracaná y disfrutando de una inolvidable Copa Libertadores. Luego de 27 partidos, pudo gritar su primer gol, llegando en el momento justo; porque sirvió como una caricia al alma.
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