¿Por qué un perro puede morderte y qué tenés que hacer para evitarlo?
La mayoría de las mordidas de perro pueden evitarse si se comprende su comportamiento y se toman precauciones.
Los perros no muerden porque sí: suelen hacerlo como respuesta a una situación que les genera miedo, estrés o dolor. Entender estos motivos es clave para evitar accidentes y proteger tanto a las personas como al animal. Conocé los detalles.
La razón más frecuente por la que un perro muerde es porque se siente amenazado o inseguro. También puede reaccionar así si está cuidando comida, crías o territorio, o si está enfermo y siente dolor. Incluso un perro que parece tranquilo puede morder si se lo sorprende o acorrala.
Para reducir el riesgo, es importante prestar atención a las señales de advertencia que da un perro antes de morder. Entre ellas:
- Orejas hacia atrás y cuerpo rígido.
- Gruñidos, ladridos intensos o mostrar los dientes.
- Evitar la mirada o girar la cabeza.
- Pelo erizado o movimientos bruscos.
Evitar mordidas es posible siguiendo medidas simples: no invadir su espacio, no tocarlo mientras come o duerme, no correr frente a él y enseñarle a los niños a interactuar con respeto. Además, la socialización temprana y un adiestramiento positivo ayudan a que el perro se sienta seguro y controlado.
Ante cualquier situación de riesgo, lo mejor es mantener la calma, no gritar ni correr, y si ya ocurrió una mordida, limpiar la herida y acudir rápidamente al médico para prevenir infecciones o enfermedades como la rabia.
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