Por qué se queman muñecos en Año Nuevo
Una costumbre cargada de simbolismo vuelve a repetirse cada fin de año como forma de dejar atrás lo viejo y empezar de nuevo.
La quema de muñecos es uno de los rituales más llamativos de Año Nuevo, especialmente en barrios y ciudades donde la tradición se mantiene viva generación tras generación. Se trata de construir una figura y prenderla fuego como gesto de cierre y renovación antes de que arranque el nuevo año. Conocé los detalles.
¿Por qué se queman muñecos en Año Nuevo y qué representa?
El ritual representa la despedida del año que termina, junto con todo lo negativo que dejó atrás: malas rachas, problemas, frustraciones o momentos difíciles. Al quemar el muñeco, la creencia popular indica que se limpia el camino para empezar el año con energía renovada, deseos claros y nuevas oportunidades.
- Purificación y limpieza: El fuego consume todo lo negativo, simbolizando un nuevo comienzo sin cargas del pasado.
- Cierre de ciclos: Es una forma catártica de soltar lo vivido y hacer espacio para lo nuevo.
- Esperanza: Representa el deseo de que el año que viene sea mejor, trayendo nuevas ilusiones y oportunidades.
- Representación: Los muñecos a menudo representan figuras populares, eventos o críticas sociales del año, a veces con un "testamento" satírico incluido.
¿Cómo preparar el muñeco para el ritual de Año Nuevo?
- Armar una figura con ropa vieja, cartón, papel o trapos.
- Agregar mensajes o papeles con aquello que se quiere dejar atrás.
- Ubicarlo en un espacio abierto y seguro, lejos de objetos inflamables.
- Tener siempre agua o un matafuego a mano para evitar accidentes.
¿A qué hora se prende fuego el muñeco?
Tradicionalmente, se enciende a la medianoche, justo después del brindis de Año Nuevo. En algunos lugares también se hace durante la noche del 31 o en la madrugada del 1° de enero, según la costumbre local y el encuentro familiar.
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Orígenes de esta tradición de Año Nuevo
El origen del ritual mezcla tradiciones populares y celebraciones comunitarias, con influencias europeas y latinoamericanas. En Argentina, se transformó en una expresión cultural que combina reunión, creatividad y catarsis colectiva, manteniendo un mensaje claro: cerrar ciclos, soltar el pasado y darle la bienvenida a un nuevo comienzo. Además, desde 1956, se realiza todos los años en la ciudad de La Plata.
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