Cuál es el primer síntoma de que estás sufriendo un golpe de calor
El golpe de calor no aparece de un momento a otro: el cuerpo avisa primero y reconocer esa señal inicial puede evitar una situación grave, especialmente en días de temperaturas extremas.

El golpe de calor es uno de los riesgos más serios durante las olas de calor y suele empezar con una señal clara que muchos pasan por alto: el mareo repentino acompañado de una sensación intensa de calor. No es solo cansancio ni falta de agua. Es el primer aviso de que el organismo dejó de regular bien su temperatura y está entrando en una zona peligrosa. Escuchar ese síntoma a tiempo puede marcar la diferencia.
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El mareo, muchas veces junto con dolor de cabeza, debilidad y náuseas, suele ser la primera manifestación. En ese momento, la piel puede sentirse muy caliente y la sudoración volverse excesiva o, en casos más graves, desaparecer. El cuerpo empieza a fallar en su sistema de enfriamiento natural y la temperatura interna sube rápidamente.
Si el cuadro avanza, pueden aparecer confusión, dificultad para hablar, visión borrosa y desorientación, señales de que el golpe de calor ya es severo. En esta instancia, la situación se vuelve una emergencia médica, ya que puede afectar el cerebro, el corazón y otros órganos vitales.
Ante el primer síntoma, la recomendación es detener la actividad, buscar un lugar fresco, hidratarse y enfriar el cuerpo de inmediato. Si la persona no mejora o presenta alteraciones neurológicas, hay que llamar a emergencias sin demora. En días de calor extremo, prevenir y actuar rápido es clave para evitar consecuencias graves.
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