Fin de año para Independiente: buena suerte y hasta luego
El Rojo terminó su actividad en 2025 con el deseo que se le dé el milagro de meterse en una copa y que el 2026 lo encuentre más parecido al del comienzo de esta temporada.
Todas las cuentas que hay que sacar para ver si Independiente al menos puede colarse en la Copa Sudamericana las voy a dejar aparte. Priorizo concentrarme en lo que terminó plasmando una vez más el equipo de Gustavo Quinteros. O al menos los primeros indicios. El entrenador ordenó un poco y logró cerrar el año con cuatro victorias al hilo, algo que es un premio para él y no tanto para los futbolistas. Aún cuesta entender qué pasó con aquel plantel que logró jugar un buen fútbol y alcanzó las semifinales del primer certamen de la temporada.
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Independiente no volvió a ser aquel equipo. Nadie es el mismo. Ningún futbolista recuperó su mejor rendimiento, pero es innegable que la llegada del nuevo DT logró finalmente transmitir algo en un grupo que parecía que iba a terminar el torneo sin ganar un partido. No parece que ya todo dejó de dar lo mismo. Algunos siguen arrastrando sus limitaciones y otros luchan contra su mal momento.
Una vez más Rodrigo Rey tuvo salvadas como las que supo mostrar, Kevin Lomónaco, aún sin la claridad de antes, empujó desde el fondo y Sebastián Valdez sigue demostrando que no puede faltar. El tándem de Rodrigo Fernandéz Cedrés y Mateo Pérez Curci se llevó un aprobado, mientras que arriba otra vez Santiago Montiel fue el más picante y Gabriel Ávalos confirmó que, salvo que caiga un buen refuerzo, deberá seguir siendo el 9. Cada ingreso de los que aspiran a su lugar enaltece la figura del centrodelantero paraguayo.
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Si hay algo que tranquiliza, Quinteros comenzó a trabajar en el próximo año y hasta desde los micrófonos marca a los futbolistas que quiere que se queden y les deja un mensaje a todos con el ejemplo de Lómonaco. "Para mí, es mejor estar en Independiente que en un club mediano o chico del exterior. Es un gran futbolista, que ya estuvo en la Selección. Voy a hablar con él”, expresó el entrenador en referencia al defensor. Apenas un puñado de partidos buenos en un Independiente que no llegó a concretar nada lo puso en la órbita de Lionel Scaloni. Un buen momento con la camiseta del Rey de Copas tiene un efecto multiplicador importante ¿Alcanzará?
Una vez más la confianza está completamente depositada en el DT, en un club casi abandonado casi que sólo se puede esperar que Quinteros tenga la precisión, paciencia y dedicación para edificar un Independiente competitivo y ganador en 2026. Estamos cerca de una nueva pretemporada, una época donde pasa de todo. En la temporada estival ya hemos tenidos renuncias como la de Juan Marconi, pretemporadas en el exterior que se caen como la que iban a hacer con Carlos Tevez en Estados Unidos o el amistoso en Uruguay en el que el equipo no se presentó por querer viajar apenas un rato antes del partido. Eso pasó este verano, cómo vuela el tiempo cuando tenés papelones tan seguidos.
Se terminó el año para Independiente y deja una extraña mezcla entre decepción y alivio. Cuesta aceptar que aquel equipo que generó tantas ilusiones al comienzo de la temporada se quedó sin nafta y pasó de la ilusión al tedio. Fue tan malo el segundo semestre que verlo llegar a su fin deja el consuelo de ya no tener que ver algunas actuaciones dañinas para el club. Que la suerte nos meta en alguna copa y que el 2026 nos encuentre mejores.
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