Qué dibujos animados les enseñan a los chicos a cuidar su cuerpo, según especialistas
Pediatras destacan que algunas series infantiles ayudan a los chicos a conocer, respetar y cuidar su cuerpo desde el juego, la curiosidad y la educación emocional.

Desde que son chiquitos, los niños empiezan a formar hábitos que pueden acompañarlos toda la vida, y los dibujos animados tienen un papel muy potente para sembrar conciencia sobre lo que significa cuidar su cuerpo. Especialistas en infancia señalan que cuando los personajes animados muestran prácticas de higiene personal, salud física, respeto por el propio cuerpo y conocimiento sobre cómo funciona, los chicos no solo aprenden lo que hay que hacer, sino también por qué hacerlo, lo que refuerza la internalización de esos hábitos.
Qué dibujos animados les enseñan a los chicos a cuidar su cuerpo, según especialistas
Un ejemplo clásico es Once Upon a Time… Life, una serie educativa que recorre el organismo humano explicando de modo simple el funcionamiento de los órganos, los sistemas corporales, cómo las células defienden al cuerpo, cómo se procesa la digestión, cuándo aparecen heridas y cómo se curan. Esa exposición no solo satisface curiosidad, sino que genera asombro y respeto hacia lo propio, lo que ayuda a que los niños cuiden su higiene, alimentación y se interesen por su salud corporal.
Otro ejemplo contemporáneo muy eficaz es Hey Duggee, especialmente episodios como “The Tooth Brushing Badge”, donde los protagonistas enseñan de forma lúdica cómo cepillarse los dientes, por qué es importante hacerlo bien y con constancia, incluso apelando al humor y la música para fijar el mensaje.
Desde la pediatría se advierte que estos contenidos cumplen un rol doble: primero, favorecen hábitos de higiene y autocuidado -lavado de manos, cepillado de dientes, limpieza de cuerpo- que previenen enfermedades comunes (infecciones, caries, afecciones dermatológicas). Segundo, ayudan a formar una relación saludable con el cuerpo, la autoestima, y el reconocimiento de señales físicas de bienestar o malestar, algo esencial en una época donde los estímulos externos, los alimentos procesados y el sedentarismo tienen gran peso.
Cuando los niños reconocen lo que su cuerpo necesita para estar sano, es más probable que adopten conductas responsables y que dialoguen con adultos sobre su salud, en lugar de ignorar síntomas o normalizar malestares.
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